31/12/18

Análisis – Elecciones presidenciales El Salvador

Análisis – Elecciones presidenciales El Salvador

Este no es el análisis clásico donde el emisor intenta persuadir al lector a través de sus interpretaciones, no, este análisis lo hacemos por la necesidad que tú, mi estimado conversa, tengas mejores elementos para juzgar la realidad del quehacer político de este país.

El principal problema al que se enfrentan los candidatos presidenciales es la credibilidad, a partir de eso analizamos los siguientes escenarios:

1- A las puertas de una seria crisis del Tribunal Supremo Electoral.
2- Ley de partidos políticos.
3- Encuestas.
4- Redes sociales y el efecto Nayib.
5- La Crisis del FMLN.
6- Los números de ARENA.
7- Otras variables.
8- Interpretaciones.
9- Conclusiones.

Estas elecciones presidenciales serán, sí y solo sí, una oportunidad para que la credibilidad política se recupere, el honor ciudadano se resarza, y lo más importante, que entendamos de una vez por todas que los lideres los hacemos nosotros, los gobernados, no al revés.

No solo vasta votar y defender el voto; debemos poner en cintura a cualquiera que sea electo para que cumpla todo lo que nos ha prometido, en especial, esa parte donde aseguran que van a cambiar esas prácticas políticas que todos aborrecemos.



1         A las puertas de una seria crisis del Tribunal Supremo Electoral TSE.

El TSE es una institución que garantiza la paz en la sociedad, y no es poca cosa; recordemos que este país tuvo una guerra civil, entre otras causas, por una serie de fraudes electorales allá en la década de los 70, la vía democrática se truncó y buena parte de la población optó por la solución armada.

Luego se vino la guerra abierta que duró una década y al final se firmaron los acuerdos de paz; dentro de los convenios se establecieron “las reglas del juego” por así decirse, y entre ellas era garantizar elecciones limpias y transparentes.

El problema se da a partir de las últimas elecciones; primero, las de 2015 donde hubo una serie de inconvenientes técnicos que imposibilitaron la oportuna información de los resultados, tardándose casi dos semanas  generando un caos e incertidumbre; sin embargo, después de los sucesos y superada la problemática la población siguió dando su confianza al TSE por su intachable trabajo anterior, de por lo menos dos décadas atrás.

Luego, en estas elecciones recién pasadas (2018) la empresa contratada (Smartmatic) para el manejo electrónico de la información electoral “falló”, dejando una sombra imborrable en la credibilidad de la institución, pues se sabe por fuentes internas al TSE que fueron advertidos por diferentes especialistas que dicha empresa no era la más fiable.  

Fue hasta que los diputados afectados por los “errores” de dicha empresa señalaron la anómala situación, rectificando entonces los números de los sufragios. Dando una impresión que el TSE fue sorprendido con los dedos en la gaveta, o más bien, con las manos en la masa.

La comitiva de observadores internacionales también señaló dicha situación y fue evidente ante la opinión pública que el TSE pecó de incauto, por decir poco.

Pero lo que ha terminado de minar la credibilidad del TSE es la renitencia ante la inscripción del candidato Nayib Bukele en la contienda electoral. Incluso, para los no simpatizantes de Bukele llegó a ser molesta la forma en que el TSE truncaba de una y otra forma dicha candidatura, violentando el principio democrático de: Es derecho de cada ciudadano aspirar a ser presidente.

Por estas razones parte importante de este análisis es considerar que para las próximas elecciones el TSE se somete a una opinión pública que duda seriamente de sus buenos oficios.

Esto es peligroso, porque como sabemos la paz depende del manejo transparente de la voluntad popular, reflejada en los votos ciudadanos.

2- Ley de partidos políticos.

Parecerá intrascendente, en especial para quienes militan en cualquier partido político, pero el tema de manejo de fondos de campaña es un punto delicado, pues los que financian a los partidos podrían ser personas u organizaciones que se dedican a lo ilícito.

La actual ley de partidos políticos deja un vacío discrecional para que la clase política revele, o no, quiénes son sus patrocinadores. Lo que es grave porque los salvadoreños no sabemos a ciencia cierta si el hampa tiene relación con el futuro presidente; la ley no es transparente.

Opinión de la prácticas de lavado de dinero en los partidos políticos, Juan José Martel actual diputado salvadoreño. Vea entrevista completa.

No son pocos los casos en Latinoamérica donde candidatos, presidentes y ex mandatarios, son cuestionados por los tribunales, e incluso, encarcelados por este motivo; por lo tanto, El Salvador no creo que esté fuera de este rango, siendo un punto objetivo para que la opinión pública exija transparencia al futuro presidente. Elemento a considerar para simpatizar  o no, con determinado candidato.

3- Encuestas.

Si existe un elemento por el que puede manipularse la opinión pública son las encuestas. Ojo, no estoy diciendo que las encuestas mientan, o que las casas encuestadoras sean fraudulentas (en algunos casos sí, pero en la mayoría no). Lo que afirmo es que los números y gráficas se manipulan a la hora de ser difundidos en los medios de comunicación, o bien, en los aparatos propagandísticos de cada partido político.

Les voy a explicar cómo. El instrumento conocido como “encuesta” hace una serie de preguntas variadas con el objeto de llegar a un resultado clave, para el caso es conocer en anticipo quién ganará o perderá las elecciones. Para eso se utilizan una serie de técnicas estadísticas, de mercadeo, retóricas, e incluso, logísticas.

Todo se resume a una o dos preguntas del “instrumento”, lo que en realidad determina la veracidad de las respuestas, más que la cantidad de encuestas suministradas, es el profesionalismo de la casa encuestadora, lo cual implica factores que radican en: cómo preguntar, en qué lugar se recoge la muestra, técnicas aleatorias, y otros factores como estratos sociales, edades y sexos.

Hasta ahí todo bien, el problema de la manipulación es la mediatización de esta información. Ningún político quiere verse mal en los resultados publicados de estas mediciones electorales, ya que son un referente determinante de la aceptación popular de una figura política, por lo tanto, los equipos de campaña en forma respectiva hacen “lo imposible” para que el candidato “se vea bien” en este aspecto.

Las encuestas hacen a veces preguntas ambiguas como una técnica de “amortiguamiento” para llegar a las preguntas claves, es ahí donde los propagandistas manipulan la información para llegar a afirmar “medias verdades”, eludiendo la realidad.

En cuanto al profesionalismo de quien difunde este tipo de noticias debo afirmar lo siguiente: Existe una delgada línea entre el periodista serio y el chocarrero.

El buen periodista que analiza una encuesta tiene que informar antes de difundir números y gráficas, los datos sobre la ficha técnica de la encesta, eso es decir en forma clara los siguientes puntos: la casa encuestadora, quien paga la investigación, forma y periodo de obtención de datos, margen de error.

De ahí partimos para saber si la encuesta es fidedigna, o bien, si nos intentan manipular. Lo mejor es irse al origen de fuente de información, es decir, al documento que emite la casa encuestadora, leer uno mismo la ficha técnica y luego darse el tiempo para leer pregunta por pregunta, hasta llegar a las del final que son las claves, en el caso de las elecciones presidenciales.

En cuanto a las encuestas suministradas por métodos electrónicos, es decir, por internet; recomiendo desecharlas como informaciones de carácter “no reales”, pues el país apenas sobrepasa el 50 % de consumo de esta forma comunicativa, por lo tanto, el universo investigado no nos garantiza datos de confianza.

En nuestro medio los institutos de opinión pública de las universidades son los que brindan datos más apegados a los resultados finales.


Ejemplo de manipulación gráfica. El 38% es visibilizado mayor que el 42%, a través de la perspectiva y uso de color (dominante).

El salvadoreño promedio debe de aprender a ser menos manipulable, y para eso es importante conocer, antes de empezar a leer los datos que se arrojan, la ficha técnica de la encuesta. Quien no lo presente o la oculte (sutilmente), indica manipulación y poca seriedad periodística.

4- Redes sociales y el efecto Nayib

Existe una discusión entre quienes descalifican las redes sociales como instrumento comunicativo, versus, quienes alaban las bondades del internet en aspectos como la participación, medios alternativos, democratización de la palabra, rompimiento del monopolio mediático, discursos multidireccionales, etcétera.

Los detractores aducen a la proliferación molesta (como hongos), de un sinnúmero de mentiras y desinformaciones, emitidas a través del uso de perfiles anónimo y medios de comunicación falsos.

En otras palabras tanto el político como el público en general debemos aprender a no dejarnos trolear, les comparto 5 “tips” para detectar cuando nos están mintiendo a través de las redes sociales.

I - En nuestra idiosincrasia debemos desconfiar de todo material periodístico, y afinar más nuestro filtro en la medida que se acercan las elecciones.
II- Al leer “la noticia” busca qué medio de comunicación emite la publicación, si la nota no está calzada, es decir, no tiene nombre quien redacta, es signo de que lo que estás leyendo es dudoso.
III - Si el medio de comunicación no tiene directorio, ¡cuidado! la información es un timo. Directorio de un medio de comunicación es: nombre y apellido del director, editor y equipo de redactores. Dirección física y teléfono del medio.
IV - Si el “El Periódico” tiene buen diseño gráfico, fotografía y ortografía aceptable, eso, no es factor determinante para ser confiable; incluso, hay unos que tienen publicidad, ofertando campos pagados, eso no los convierte en medios serios.
V - La diferencia entre la verdad y la mentira es el uso de fuentes (referencias que implica la veracidad de la información), e igual de importante es: quién emite la noticia, es decir, rostro nombre y apellido del escritor, youtuber, bloguero, fotógrafo, diseñador gráfico, o cualquier discurso noticioso político; pues el mentiroso y tendencioso siempre usa la mascarada.

Les voy a contar algo aquí entre nos, en especial a las nuevas generaciones, parecida era la discusión al surgimiento de “la prensa del centavo” a inicios del siglo XX, donde se dio al igual que hoy en día una explosión de denuncias contra la corrupción política, la diferencia es que en esa época no se llamaban troles, youtubers, bloggers; en esa época se les conocían como “muckrakers”, que por su significado en ingles eran “los removedores de estiércol”.

En otras palabras el origen de la problemática no son los “flakes”, los memes o los troles… el problema consiste en qué debemos creer y en qué no; debemos saber la diferencia entre qué es una noticia y qué es un mero entretenimiento lúdico.

La riña o la discusión no es contra las nuevas tecnologías, la pregunta debe de ser entonces: ¿las redes sociales son para mejorar la calidad de vida o son para embrutecernos? En la medida que cada quien haga su propia reflexión, así seremos más cautos al consumir información a través de nuestro teléfono, así como lo aprendimos a hacer con la televisión, la radio, el periódico, e incluso, con el telégrafo hace mas de 150 años.

Por otro lado, si existe un candidato que conoce la naturaleza y uso de las redes sociales es Nayib Bukele, además aunándole haber sido el publicista del partido de gobierno, ex alcalde capitalino e hijo de uno de los principales masones salvadoreños, además es un joven descendiente palestino, acomodado, y está de mas confirmar que pertenece a la nueva generación de los tradicionales círculos de poder nacional.

Más aún, si agregamos un discurso provocador contra la desgastada clase política establecida, usando un vocabulario poco ortodoxo, el mismo que ha marcado el éxito a candidatos en otros escenarios; generando todo lo anterior, la receta perfecta para obtener un aura mesiánica, colocándose inequívoco a la cabeza de las preferencias electorales.

Por lo que nos lleva a la reflexión: ¿Será este el candidato idóneo para conducir el gobierno para los próximos 5 años? ¿Será el joven aspirante una versión de Funes más sofisticada? ¿Por qué tendríamos que confiar en él, si los políticos y las élites nos han engañado una y mil veces antes?

5- La Crisis del FMLN

Esta es una crisis acumulada de varios factores tanto internos como externos, vamos a mencionarlos según su secuencia; sin embargo, todo se resume en la pérdida de credibilidad del partido hacia sus bases y electores en general.

Empezando por los factores externos mencionamos: el fracaso del modelo venezolano empatado con el cubano, crea un mal referente para las alianzas del FMLN a nivel internacional. Luego la beligerancia del gobierno de EEUU a los gobiernos de izquierda, esto no genera el mejor clima diplomático y para un país satélite del imperio norteamericano no es la mejor condición.

Entre los errores graves del FMLN están: más que hablar de la ley de pensiones, el escalafón de los empleados públicos, el desabastecimiento hospitalario, el fracaso contra la delincuencia y las pandillas, y la crisis económica en general; debemos analizar la incapacidad del gobierno de abordar la problemática cultural.

Cuando mencionamos el tema cultural no es un abordaje del movimiento artístico, con sus ramas escénicas, plásticas, musicales, literales, etcétera; sino más bien, nos referimos a que el cambio que tanto anuncio el FMLN nunca se reflejo en sus liderazgos.

Nunca vimos la tal “meritocracia” que tanto anuncio el ex presidente Funes. El órgano ejecutivo incluyendo secretarías y ministerios se las repartieron como pastel entre los camaradas revolucionarios. “La austeridad” también fue otro patrón de conducta que nunca cambió, la gente los veía con sus camionetotas y haciéndose de patrimonios ostentosos, llegando a ser hasta faraónicos.

Poco a poco a lo largo de diez años de gobierno del FMLN sus líderes y lideresas (para ser equitativos en género) se fueron distanciando de su ideario social, alejándose de valores como “la conciencia de clase”; ejemplo, óscar Ortíz siendo vicepresidente retó a los policías huelguistas a abandonar sus plazas por no estar conformes con su salario, con la lógica digna de un líder neo liberal.

Igual la diputada Jakeline Rivera cuando defendió a capa y espada el seguro privado especial al que es beneficiada por ser “alta funcionaria”, diciendo que el ISSS como sistema médico de la clase trabajadora no era suficiente para ella, luego "ella" perdió las elecciones ediles de San Salvador creyendo que el capitalino padece de amnesia.

Así podría llenar cientos de líneas, una tras otra, citando casos y connotando la falta de identidad de líderes del FMLN con la gente pobre, a quienes dicen representar.

No cambiaron sus patrones de conducta y lo que otrora fue la primera fuerza política hoy en día es la última, ocupando un humillante tercer lugar. El pueblo dejó de confiar en el FMLN porque desde su cúpula nunca dieron el ejemplo de “humildad”, y no le brindaron tampoco un cambio cultural al salvadoreño, no hubo un cambio generacional, y menos la otra forma de hacer gobierno que tanto prometieron.

Para cerrar este segmento del análisis cabe mencionar que los cambios positivos que sí se dieron en sus dos gobiernos, poco se visibilizaron en la opinión pública, porque el FMLN nunca fue el mejor en comunicación social. Sus publicistas en materia de comunicación política son ineficientes, por no decir ineptos.

6- Los números de ARENA

Desde el momento del divorcio de Bukele con la cúpula del FMLN, al partido ARENA se le abrió la posibilidad real de reconquistar el poder ejecutivo; sin embargo, después de las elecciones pasadas donde se nombraron triunfadores no supieron capitalizar el traspié de su competencia.

De hecho en las pasadas elecciones no crecieron en votos, más bien bajó su caudal de sufragios, de 875 mil que obtuvieron en la elecciones a parlamento para el 2015 a 825 mil en estas recién pasadas en el 2018, es decir, no arrasaron, más bien, decrecieron 50 mil votos.

Obtuvieron mas curules debido a que el FMLN disminuyó casi a la mitad su caudal de simpatizantes, eso permitió que el nivel de porcentaje les favoreciera dándoles más sillas en el parlamento.

Entendemos el discurso de su propaganda, era lógico que se ensalzaran ante la opinión pública, pero de eso a creerse a sí mismos una falsa expectativa nos parece estar fuera de la realidad; su actual candidato, la conducta paramentaría de su diputados y sus políticas en general no dieron, ni medianamente, el ancho a las expectativas del pueblo en general; de lo contrario estuvieran punteando en las encuestas, y no es así.

Lo que le queda claro a la gente es que ARENA no ha madurado en su quehacer político, por lo tanto, al igual que las elecciones pasadas su caudal de voto no crecerá; aunque para ser objetivo eso no quita que tienen un margen de maniobra para poder ganar.

7- Otras variables.

Uno, ARENA puede continuar dividida, o bien, unirse en la medida que se acerquen las elecciones. Para eso es importante estar atentos de las declaraciones o el silencio de Javier Simán.

Dos, al candidato del FMLN Hugo Martínez le asentaría bien la renuncia de la cúpula de su partido, eso le incrementaría en forma significativa su caudal de votos e iría en detrimento de Bukele; sin embargo, ese es un escenario poco probable.

Tres, un atentado físico contra un candidato siempre es un escenario real; en Brasil una puñalada en el abdomen durante un evento proselitista le terminó dando el gane a la derecha, el ahora presidente Jair Bolsonaro vio incrementar su nivel de aceptación después de sufrir ese ataque con arma blanca.

8- Interpretaciones

Habiendo analizado los puntos anteriores podemos interpretar:

Primero, Nayib Bukele ganará en primera o en segunda vuelta.

Segundo, se rompió de una vez por todas el bipartidismo que tanto daño nos hacía.

Tercero, hay una fuerte y real posibilidad de un fraude electoral, por lo que la opinión pública tanto nacional como internacional debe de estar atenta a la misión de observadores y organizaciones no gubernamentales, quienes vigilan la transparencia del proceso.

Cuarto, ¿Cuál será tu actitud ante un posible fraude? Has evaluado qué tan importante o no, es ser honesto; independientemente estés a favor o en contra de Nayib Bukele.

9- Conclusión general

Los salvadoreños tenemos una oportunidad para dejar de ser objetos manipulables, en la medida que nos empoderemos del quehacer político, en esa medida quien gane será en base a un contrato social de confianza, y eso es lo debemos vigilar luego de las elecciones; digo esto porque en lo último que podemos confiar es en la palabra de un político, la historia nos enseña que son picaros y mal intencionados, por lo tanto, no debemos ser inocentes y utópicos, dependerá de nosotros ponerlos en cinta de rectitud, o que continúen como siempre viéndonos las caras de … tontos; por decir poco.

La cultura es decisiva en estos momentos, porque los acontecimientos no arrinconan como país, como pueblo, a que evaluemos en forma concienzuda nuestros patrones de conducta colectiva, los valores sociales que nos han llevado a esta crisis de credibilidad política. 

El orgullo nacional se ve trasgredido, llegando a tocar la dignidad por el significado de las caravanas migratorias, o el discurso cáustico del sátrapa de Donald Trump al calificarnos como “hoyo de mierda”, y si aun así no reflexionamos sobre el futuro de nuestros hijos y seguimos sin un proyecto de país, entonces continuaremos sobre la ruta del fracaso.