14/11/18

El pueblo unido se va a los Estados Unidos


El pueblo unido se va a los Estados Unidos

Escuché esta consigna por primera vez hace veinticinco años cuando era estudiante universitario y dirigente estudiantil, era una noche y departíamos un grupo de agremiados cuando Fulanito de Tal la gritó. Mientras decía melódico las primeras tres palabras otros se apresuraron a levantar el brazo izquierdo, pero cuando terminó de decir la susodicha consigna todos nos quedamos desconcertados viéndonos entre sí, y a los pocos segundos estallamos en carcajadas por la ironía que del contraste con la famosa frase de lucha popular.

Nunca me imaginé que a tan pocos años vista esta consigna jayana fuese una verdad insólita de una tragedia humana. 

Gente migrante que poco a poco fragmenta sus familias y comunidades; hoy en día medio pueblo vive en el exilio, y la mitad de los que viven acá en El Salvador evalúan irse también.

Nunca me imaginé que fuese una realidad que atropella los ideales e inmuta a una clase política que decide mejor no hablar de eso. Ningún gobernante, ex gobernante, aborda el fenómeno con seriedad.

Los únicos discursos atinados que escucho es sólo en el momento que piden el voto, luego se les olvida, y después, podan el árbol de su finca para que solo las ramas más altas reciban la luz del sol.

Caricatura cortesía de Otto Meza

Me da tristeza cuando escucho las históricas canciones de consignas de los Inti Illimani o Quilapayun, o bien, la famosa “Hasta Siempre Comandante”... no les miento, me da una sensación extraña al oírlas… porque las contrasto con el reflejo de las ostentaciones faraónicas de Sigfrido Reyes y sus empresas inmobiliarias (ex diputado del FMLN y ex presidente del parlamento), contrasto la consigna “El pueblo unido jamás será vencido” con la imagen del ex presidente Mauricio Funes derrochando dinero en Miami junto con la señora Michi; contrasto esta tragedia humana con las camionetotas 4x4 de los señores diputados, quienes representan a la gente que huye de las condiciones miserables a que son sometidas.

Ahora a finales del año 2018 frente a la realidad de las caravanas migrantes, lo único que les queda es guardar silencio, así como el alivián y el agasajo de la cosa pública que guardan también.

De ARENA y la tradicional clase pudiente mejor no comento nada, porque sé que me saldrán peores palabras.

Como me hubiese gustado que nuestra clase política tuviera, aun que sea, la mitad de decencia de Pepe Mujica, el ex presidente de Uruguay; por desgracia no veo a ningún candidato con esa calidad humana.

11/11/18

Lavado de dinero en los partidos políticos

Lavado de dinero en los partidos políticos
Entrevista con el diputado Martel

Juan José Martel actual diputado por el departamento de San Salvador nos habla de la iniciativa de reformar la actual ley de partidos políticos, dichos cambios obedecen, según sus palabras, a una necesidad de transparentar la deteriorada política salvadoreña.

Juan José no deja de ser un “bicho raro” en el concierto de la clase política del país centroamericano, es el único de su partido en el parlamento, y además es uno de los escasos académicos e intelectuales dentro de los 84 diputados que forman la Asamblea Legislativa. 

Él es filósofo con postgrados en ciencias generales y particulares respectivamente, destacándose antes de ser diputado como un analista y voz calificada de la política regional.

A lo largo de la siguiente entrevista interactiva nos explica la importancia de reformar algunos artículos básicos de la actual ley de partidos políticos, para evitar prácticas insólitas y amorales, que los principales partidos se ven tentados a cometer, haciendo énfasis en: 

Hacer públicos los donantes y aportes financieros a los partidos, ya que en la actualidad es discrecional su anonimato o no, esto deja abierta la puerta para “posibles” prácticas como lavado de dinero, y por consiguiente, la relación de la clase política con el narcotráfico y el hampa en general.

¿Cómo calificaría en términos políticos las finanzas de los partidos políticos?

¿Cómo evalúa la actual ley de partidos políticos?

¿Qué componentes hay que reformar en la ley de partidos políticos?

¿Cuál es el objetivo de esta reforma que usted promueve?

¿Usted tiene conocimiento de prácticas de lavado de dinero en los partidos políticos?

Usted como actual diputado y conocedor de la política salvadoreña, ¿Cuánto cuesta una campaña presidencial a cada uno de los dos principales partidos en el país?

¿Cómo calificaría la actual campaña electoral en términos de legalidad?

Al final, el parlamentario señaló que hasta ahora la iniciativa es una cruzada solitaria, pues no se ha mostrado interesado ningún otro diputado, sin embargo, asegura que cuenta con un aliado poderoso que es: la opinión pública y la presión ciudadana.

El partido CD (Cambio Democrático) al que pertenece el diputado Martel se canceló por un dictamen colegiado del Tribunal Supremo Electoral, lo que fue polémico por el trasfondo político de la coyuntura nacional; sin embargo, dicho instituto desde hace dos décadas presenta una tendencia a la baja en cuanto a su caudal de votos.


3/11/18

Refugiados

Refugiados
Muy lejos está Donald Trump de ser un estadista.

Si bien es cierto la naturaleza humana es móvil, y las grandes civilizaciones son construidas bajo la influencia de estos fenómenos sociales, no justifica que grandes poblaciones se muevan en calidad de refugiados en estos éxodos del siglo XXI, mientras tanto, muchos evocan argumentos trasnochados, aplicando el manto de la invisibilidad.

Sirios, venezolanos y centroamericanos han protagonizado este año 2018 la tragedia humana de las migraciones masivas forzadas. Existe una lógica inequívoca que es: nadie abandona su tierra natal en forma apresurada sin una justificación.

Caravana de refugiados salvadoreños cruzando la el Río Suchiate, frontera entre Guatemala y México. Foto cortesía de: Oscar Rivera 

Por más detractores que puedan argumentar que todo es un espectáculo mediático o un aprovechamiento político bajo circunstancias ideológicas, no es posible mover grandes masas de gente en un éxodo sin una razón de peso, llámese guerra en Siria o crisis económica en Venezuela.

Para el caso centroamericano es una combinación de componentes, es decir, guerra con las hampas y el narcotráfico, incapacidad de los gobiernos de llevar bienestar económico a las mayorías, y el otro motivo, poco mencionado pero igual de significativo, es la crisis ambiental ante el injusto acceso al agua, y las tierras que pierden productividad agrícola año tras año.

Ante estas situaciones la personas deciden migrar y refugiarse en otros lugares, en busca de un mejor futuro y oportunidades para vivir en dignidad. Por desgracia siempre hay detractores, quienes se oponen, o bien, argumentan que todo es producto de una manipulación ideológica.

Así vemos a la periodista húngara pateando a los refugiados sirios, o al Presidente Maduro acusando a los medios de comunicación por sobredimensionar a los venezolanos que huyen del descalabro económico producto de su torpe y corrupto gobierno.

De esa forma también hay voces que hablan que tanto, hondureños y salvadoreños forman caravanas de gente a pie que viajan en romería hasta los EEUU, a través de los argumentos más obtusos que he leído, análisis fuera de la realidad aplicando el manto más grueso de la invisibilidad de las tragedias humanas.

He leído y escuchado de todo, me imagino que ustedes también, desde argumentos descerebrados en redes sociales hasta sesudos análisis de formadores de opinión del calibre de Jaime Bayly.

Todos obvian algo, que es la historia que ha provocado este fenómeno: los gobiernos estadounidenses que promovieron golpes de Estado, el sistema económico equivoco e inhumano que protege más a la empresa que al ciudadano en sí, que es en última instancia el motor de la riqueza. De esa forma nunca hubo en estos países programas de bienestar, tildando estas iniciativas como populista o “comunistas”.

Así podría mencionar también otras causas históricas como: las deportaciones masivas que los mismos EEUU hicieron, promoviendo el florecimiento de las pandillas y el narcotráfico; también menciono los tratados de libre comercio que empobrecieron a la clase media y acentuaron aún más los niveles de pobreza.

Y para terminar es obvio mencionar la incapacidad y corrupción desmedida de los gobiernos en turno y pasados también. Para el caso salvadoreño vemos un gobierno de izquierda que se dedicó en los últimos diez años a mal administrar un sistema injusto de libre mercado, en clara contradicción a su proclama ideológica con la que ganaron las elecciones, evocando a la esperanza y al cambio. Al final decepcionaron a sus mismos electores.


Caravana saliendo de San Salvador. Fotos cortesía: Luis Galdamez.

Como verán no es fácil analizar e interpretar estas caravanas que viajan en estos momentos hacia EEUU cruzando el territorio mexicano. 

De hecho, siempre ha existido el fenómeno, lo único que era en forma segmentada e ilícita, a través de lo que conocemos como contrabando de personas, por medio de los famosos “coyotes o polleros”. La diferencia es que ahora el migrante está más desesperado y decide hacerlo en forma abierta y masiva.

Por eso da tristeza cuando escucho argumentos denigrando a esta gente, incluso, hay quienes se burlan en forma peyorativa. Pero les soy sincero, me causa enojo y coraje ver al sátrapa de Donald Trump preparando sus cañones en la frontera, afilando bayonetas para usarlas contra gente que no va armada, personas que huyen de una realidad que ellos mismos han contribuido para que sea así a lo largo de la historia.

Si Trum fuese un verdadero líder y estadista a la altura de un país como EEUU, supiera de antemano que estas caravanas no son el final del fenómeno, y también supiera que no es la forma mas inteligente de solucionar la problemática.

Soy salvadoreño y no vivo en EEUU, por lo tanto desconozco detalles de su momento político, pero pregunto: ¿Dónde está la opinión pública de este gran país? ¿Es acaso Donald Trump el reflejo del sentir de su pueblo?

PD: Los salvadoreños y hondureños agradecemos al solidario pueblo mexicano que hasta el momento se comporta a la altura de su humanismo.