2/6/14

Análisis de los 5 años de gobierno (Tercera entrega)

(Tercera entrega)

Partimos nuestro análisis de la experiencia que los salvadoreños hemos tenido que vivir por descuidar a nuestra juventud a lo largo de los últimos cuarenta y cincuenta años, estamos pagando un precio caro que se traduce en la deshumanización de la sociedad y por consecuencia vemos los niveles de violencia que vivimos actualmente.

La exclusión social genera pobreza. La exclusión genera resentimientos que son retomados a través de generación en generación como valores básicos de supervivencia que no siempre van de la mano con lo licito. La pobreza sistemática vulnera el Estado de derecho.

La violencia genera más violencia. Las políticas de mano dura y súper mano dura aplicadas por los gobiernos de derecha no funcionaron, lejos de eso según datos oficiales dispararon los niveles de homicidios hacia un alza e incrementó el fenómeno pandilleril en el país.

Así llegó el año 2009 y en pocas palabras así tomó la izquierda el poder, el país reportaba más de 10 muertes violentas al día y dicha cifra aumento hasta 14 y 15 a principios del año 2012, luego se supo públicamente que habían platicas con los pandilleros para disminuir los homicidios y se experimentó efectivamente a lo largo de ese año y a principios del 2013 una disminución drástica llegando a tener un promedio de 5 asesinatos diarios.

Pero en la medida que se iban desenvolviendo los acontecimientos las cifras de violencia fueron aumentando hasta llegar a lo que tenemos ahora en el año 2014, niveles “record” de violencia, de 16 y 17 homicidios diarios, vemos enfrentamientos directos entre pandilleros y autoridades, se sabe de “toques de queda” emitidos por las pandillas en municipios determinados y surge paralelamente a estos incidentes grupos paramilitares.

Tregua entre pandillas

Cuando se iniciaron las platicas entre los cabecillas de las pandillas, miembros de la sociedad civil (iglesias, mediadores, organismos internacionales) y ministerio de seguridad se rompió un hito que había que vencer en su momento, el tabú que el gobierno no debería sentarse a hablar con el enemigo había terminado.

Pienso que en ese momento las autoridades aceptaron públicamente que vivimos una guerra no convencional, de múltiples frentes, compleja en donde buenos y malos se confunden (pobreza, marginación, migración ilegal, corrupción, narcotrafico, deportaciones masivas, pandillas). Sin embargo, para solucionar cualquier conflicto lo primero que hay que procurar es un cese al fuego y para el caso es bajar los niveles de violencia.

Este gobierno de Mauricio Funes da entonces el primer paso que es el diálogo, aun cuando muchos sectores de la sociedad no están o estaban preparados para asumir o entender la dimensión del problema la mesas de diálogo se montaron, por lo cual muchos focos de alarma se encendieron al respecto.

Había que ponerle un nombre mediático a este acercamiento entre autoridades y pandilleros para que la sociedad lo entendiera, entonces se le llamó “tregua entre pandillas” y la creación de “municipios libres de violencia”, pero el objetivo real fue humanizar el conflicto o la problemática del fenómeno de las maras.

Un integrante de padillas lee comunicado en el marco de "la tregua" en el edificio del ayuntamiento de Sonsonate, una de las ciudades más violentas del país, en dicho acto reconocen que quieren cambiar pero son claros en afirmar que para eso necesitan la ayuda de la sociedad en general. Al fondo está de izq. a der. Adam Blackwell secretario de seguridad multidimensional de la OEA, Fabio Colindres obispo castrense y David Mungía Payés ministro de seguridad


Nunca se dijo que este proceso de tregua era la solución de la violencia, tampoco recuerdo que se mencionara que las extorciones iban a disminuir, era nada más que las pandillas se iban a dejar de matar entre ellos por disputas territoriales y había un compromiso de estas estructuras delincuenciales en “intentar” cambiar siempre y cuando tuvieran las condiciones, que era los medios para poder sustituir sus ingresos de ilícitos a lisitos. Ese compromiso de intento de cambio se llamaba “municipio libre de violencia” y las condiciones que pedían (al menos en ese momento) eran programas sociales.

Así fue que se vieron disminuidos los índices de homicidios y bajaron los robos en algunas zonas, pero la cantidad de desaparecidos no mermaba tampoco las extorciones y la gente común y corriente a nivel general veía con desconfianza y escepticismo el proceso, la voz popular decía que:  - “Está bien el esfuerzo y que les ayude el gobierno pero a la gente honrada quien nos apoya”…  Un tema delicado tomando en cuenta que el final del periodo de mandato ejecutivo se acercaba y las elecciones presidenciales estaban en puerta, el tema de seguridad iba ser punto de honor en la campaña proselitista de la oposición.

Finalmente a medio año de 2013 por una resolución de la Corte Suprema de Justicia fue sustituido el ministro de justicia Munguía Payes, pilar fundamental de la mesa de diálogo y por declaraciones de Raúl Mijago uno de los facilitadores de la tregua entre pandillas muchos programas sociales quedaron en el aire, esto no fue bien recibido por las pandillas y poco a poco en la medida que se acercaban los comicios electorales el proceso perdió fuerza.

Ahora estamos frente al escenario en donde los índices de violencia se vuelven a disparar acompañado de fenómenos que complican aun más el escenario, ataques frontales de las pandillas hacia las autoridades similares a las del norte de México, toques de queda emitidos por las pandillas en municipios grandes como Zacatecoluca (una cabecera departamental), re surgimiento de grupos de exterminio de perfil paramilitar denominados “sombra negra”.

Así cierra este quinquenio el gobierno de Mauricio Funes con estos acontecimientos en el tema de seguridad, aproximadamente 17 mil homicidios en su periodo, dejándole un capitulo inconcluso al nuevo gobierno del FMLN. ¿Cómo se tratará el tema del acercamiento a las pandillas y la problemática de la seguridad en general? Es una de las mayores expectativas se que despierta a nivel nacional e internacional.





1/6/14

Análisis de los 5 años de gobierno (Segunda entrega)

(Primera entrega) 

La “meritocracia” y el perdón de Mauricio Funes.
(Segunda entrega)

Antes que nada doy mi pésame al ex presidente Mauricio Funes por el recién fallecimiento de su madre y de paso encuentro de mal gusto cualquier burla peyorativa a su persona, al menos mientras dure su duelo.

- “… Yo los perdono”. Decía el recién electo presidente allá en la tarima del redondel Masferrer hace cinco años mientras daba su primer discurso recién ganadas las elecciones por el FMLN en el año 2009. No era cierto, me decía a mí mismo, por lógica elemental sabía que no se puede perdonar a nadie si no hay una disculpa de por medio, así que era de esperarse esa confrontación entre los tradicionales medios de comunicación masivos y la presidencia de la república, fue un estira y encoge durante cinco años.

Las publicidades también pagaron sus consecuencias por prestarse al proceso proselitista en su contra. Mauricio Funes no es conocido, ni como periodista ni como político, como una persona que se queda callado cuando lo atacan, es de todos conocido su carácter confrontativo.


“Les guste o no les guste…” fue su frase desafiante y revanchista frente a la oposición cuando ejercía su poder como presiente, en lo personal no es la más sabia pero como dicen “…para los gustos los colores”, y las opiniones ciudadanas al igual que el voto, divididas. Desgraciadamente este tipo de frases en boca de un líder no nos ayudan al sentimiento de reconciliación que tanto necesitamos.

Por otra parte nuestro ex presidente no aparenta ser un hombre de familia y al igual que los últimos cuatro presidentes anteriores es señalado por su infidelidad a su esposa. La vida privada de una persona es eso, “privada”, pero la de un presidente no lo es ya que la familia es la primera institución de la sociedad, por lo tanto un mandatario de un país es de su obligación moral guardar siempre la unidad familiar.

La “meritocracia”

Esta fue una de las celebres palabras acuñadas con el sello de Mauricio Funes, desde inicios de su campaña allá por el año 2008 la empezó a mencionar, refiriéndose a que los favoritismos políticos los iba a erradicar, haciendo referencia al “mérito” de las personas o empresas que iban a trabajar con su gobierno.

El periódico digital El Faro dio a conocer a escasas semanas de terminar su periodo presidencial una serie de informaciones en las cuales evidencian una larga cadena de favores y señalamientos a la falta de cumplimiento a esta promesa que hizo, con la que se agenció sin duda muchos votos, mucha gente le tomó la palabra y votaron por él.

Dentro de los muchos comentarios que se leen en la misma noticia de El Faro señalan sus defensores que los gobiernos anteriores de ARENA eran peores… A este tipo de personas que suelen comparar lo que hizo Mauricio Funes con lo que hicieron los presidentes que lo antecedieron, me adelanto a recordarles que no estamos hablando de ellos, sino, del primer gobierno de izquierda que prometió cambios en este aspecto y parece dejar la sensación que no cumplió.

Si acaso lo que publica el periódico digital El Faro es falso es justo y necesario que el ex presidente demande ante los tribunales por difamación ya que de lo contrario muchos de sus electores se sienten timados por su persona al ser reveladas muchas discreciones características de todos los gobernantes anteriores. Si son ciertas las investigaciones de este periódico digital sería Funes un presiente más como los que estamos acostumbrados a tener en los países tropicales.

(Tercera entrega)





Análisis de los 5 años de gobierno

Análisis de los primeros 5 años de gobierno de la izquierda en El Salvador.
Primera entrega

Cinco años atrás abrí este blog donde escribo, me motivó la esperanza y la palabra “cambio” que tanto se mediatizó en boca de la opinión pública, unos daban su opinión y los otros también, en un juego cruzado de palabras donde la voz de los ciudadanos comunes y corrientes no era escuchada, solo las extremas figuraban en el debate levantando pasiones que muchas veces no ayudan a  los procesos de pacificación.

El ex presidente Mauricio Funes marcaba el inicio de los gobiernos de izquierda en El Salvador y el monopolio mediático e informativo iniciaba el principio de su fin. Los dueños del acontecimiento y del hecho noticioso habían perdido las elecciones presidenciales del 2009.

Afirmo lo anterior sin temor a equivocarme ya que es de todos nosotros memorable el ataque mediático que ejercieron los grandes medios de comunicación (prensa escrita, radio y televisión) en contra del entonces candidato presidencial del FMLN y ahora ex presidente Mauricio Funes. Como comunicador me resultaba vergonzoso tan mal manejo de la agenda noticiosa, haciendo del ejercicio periodístico propaganda política, en ocasiones haciendo de la información panfletos, en resumidas cuentas tergiversando la verdad.

No se puede ocultar el sol con un dedo, todos los grandes medios de comunicación en esa campaña proselitista se decantaron a favor del partido de derecha y montaron un ambiente de terror mediático en contra de las aspiraciones de la izquierda de obtener el poder por la vía democrática, perdieron por medio millón de votantes aproximadamente.

Hace cinco años los medios electrónicos no podían influir en la opinión pública, ahora sí. Hace cinco años solo el 10 % de la población navegaba en la web, ahora somos más del 25 % de los salvadoreños los que nos informamos por medios electrónicos e internet, espacio donde tenemos más opciones mediáticas y mayores niveles de participación, es decir, en cinco años este canal informativo creció más del doble y hoy en día uno de cada cuatro personas de este país tienen otras formas de buscar la verdad más que la versión “casi” oficial de los pensadores de derecha.


Siendo consecuente al periodismo independiente hago este análisis general a favor no de alguna tendencia política o ideológica sino a favor de las personas de la llanura, de los que no militamos en partidos y de los que no creemos en dogma alguno, de los que no firmamos un cheque en blanco y mucho menos tomamos atol con el dedo.

Cinco años después el partido de derecha ARENA vuelve a perder las elecciones no por 500 mil votos, sino por sólo escasos 7 mil, aumentando su caudal de simpatizantes, pero siendo insuficientes para ganar. El 50.11 % de los salvadoreños les ha negado la posibilidad de continuar apostándole a un sistema político, económico y cultural de corte neo-liberal; sin embargo, el 49.89 % quieren que continúen en el poder, pero desgraciadamente solo uno puede ser el presidente constitucional, con poder de conducir las políticas del país y elegir a su gabinete de Estado.

La realidad es una, el país y la familia está dividida. De los 14 departamentos 7 los ganó el FMLN Y los otros 7 ARENA. En conclusión si nos ponemos de acuerdo y dirimimos los salvadoreños nuestras diferencias, tanto sociedad política como civil, el país no va a caminar a ningún lado, el sentir de la gente le dice a los líderes y liderzas que los discursos incendiarios no los queremos más, el revanchismo no es el mensaje que queremos escuchar.

(Segundaentrega)