2/3/20

Voto en el exterior

Voto en el exterior

Para empezar les cuento a los millennials y a los más jóvenes también que el voto de los salvadoreños en el exterior es un tema viejo, desde los acuerdos de paz se planteó la habilitación de la diáspora para ejercer el sufragio.

No obstante la ley nunca se emitió, ¿y adivinen quienes tenían esa responsabilidad?, sí, en efecto adivinaron: La Asamblea Legislativa. Nunca lo hicieron, nunca tuvieron interés y mucho menos tiempo para estudiar los proyectos de ley que se les presentaron.

Hasta que la Sala de lo Constitucional les ordenó hacerlo fue que se pusieron manos a la obra, pero imagínense a nuestra clase política trabajando en eso… Lo hicieron de la forma más lerda y displicente posible.


Siempre hubo un diputado gomoso o una diputada envaselinada, dando explicaciones “racionales” a la prensa de por qué no lo hacían.

Al final no les tocó otra más que hacer la ley, sin embargo, como casi todo en este paisito: “hecha la ley, hecha la trampa”. Como resultado es lo que todos ya conocemos: menos del 0.1 por ciento de los posibles votantes lo hicieron.

¿Por qué? Bueno, la ley es engorrosa, decantándose a la forma más cara e inapropiada a la naturaleza del migrante salvadoreño, es decir, el voto postal.

Digo esto porque así como ya conocen de sobra en el TSE, quienes migran muchas veces viajan como indocumentados y además, siempre (siempre) desconfían de la institucionalidad salvadoreña y estadounidense también.

Por lo tanto, registrar la dirección postal de donde se encuentre genera desconfianza ante posibles deportaciones, ya sea personal o del círculo familiar, en otras palabras, no dar la dirección postal evita el rastreo de la policía de migración; o peor aún, el migrante sabe que las pandillas han penetrado todas las instituciones incluyendo el TSE, por eso mejor evitan posibles extorciones por esa vía.

Créanme mis estimados no lo estoy inventando, el mismo TSE tiene estudios al respecto, y por supuesto, los diputados conocen la problemática. Saben a la perfección que el voto electrónico es la alternativa más viable, económica y segura.

Por eso cuando vi por la televisión al diputado Portillo Cuadra dando declaraciones del porqué no aprobaban la ley expedita para facilitar un voto electrónico me pareció cantinflesco, ojalá en el 2021 no sea reelecto este fulano y deje la vida política y se dedique a lo que hacía antes: dar clases en la UTEC. 

Una vez fui a su cátedra porque había una chica que me gustaba quien era su alumna, me decía que él era un profesor excelente. Ustedes lo hubieran visto, daba gusto escuchar como proponía componer el país, tenía buena labia…

Pero volviendo al tema, como ustedes saben el veto presidencial de la ley irracional del voto en el exterior fue superado quedando el asunto en las manos del poder judicial, lo que nos lleva a pensar que por razones de los tiempos electorales el sufragio en el exterior será mínimo otra vez.

En conclusión, la clase política tiene pavor a que la diáspora vote en forma masiva, por la sencilla razón que el ciudadano en el exterior conoce otras formas más éticas y morales de hacer política, y siendo lógicos eso amenaza el estatus quo de los dinosaurios de la cosa pública que tenemos.



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