26/6/18

Carta a Nayib Bukele

Carta a Nayib Bukele

Estimado joven Bukele:

No me cabe duda que usted será presidente de este país. Me gustaría ser uno de los primeros en felicitarlo en forma pública y abierta.

Le voy a contar, el otro día viajaba en un autobús interdepartamental y mientras iba sentado leyendo un libro de letras grandes, de presto me llamó la atención una sesuda discusión política entre los usuarios del transporte público: “Vos por quién vas a votar”, le preguntaba un señor moreno canoso medio regordete a una señora de iguales proporciones y edad madura, ella mientras metía su mano derecha al delantal para buscar su celular (de última generación) le contestó sin bacilar: “Yo voy a votar por Nayin”; y sin que terminara de gesticular su respuesta, el mismo quien preguntó le replica: “Y no era uste´ que decía que todos los políticos son corruptos pues…”; y le vuelve a contestar: “Sí, pero voy a votar por Nayin”; y sin pensarlo mucho le devuelve la pregunta: “¿y usted por quién va a votar, pues…?”; y le responde también sin titubear: “por Nayin”.

Al interrumpir mi lectura decidí escuchar con más atención la plática que llevaban varias personas en la parte trasera del autobús, al final, todos (sin exagerar), todos a quienes oí de fisgón afirmaban que votarían por usted mi estimado Nayib.

Unos por despecho otros por resignación, y sí, hay muchos también que confían en usted en forma ciega, pero la señora de vestido rosado con delantal blanco creo que fue la que confirmó el sentir generalizado de la gente, ella dijo: “Ya nos engañaron los areneros, ya nos engañaron los efemelenistas… asique el único que nos queda es ese cipote barbudito, ojalá no nos dé truco como los otros”.

En lo particular soy menos ingenuo que la señora del autobús y, en verdad, quisiera creer en sus palabras e imagen mediática cuando se planta raudo en las entrevistas contestando preguntas y respuestas prefabricadas, sin embargo, en el fondo siempre se me cuela la pregunta: ¿Quién asegura que usted no es Funes 2.0? el joven gallardo que en su momento apeló a la esperanza de tanta gente para convertirse en lo que hoy en día es.

Pienso en voz alta: La clase política nos ha engañado cantidad veces, y además de formas tan variadas; a lo que concluyo: "así como tenemos derecho a elegir también podemos desconfiar”.



Por otra parte todos sabemos que en el Tribunal Supremo Electoral le están haciendo su proceso de inscripción “casi imposible”, con tal de dejarlo fuera de la contienda electoral, a través de trámites burocráticos engorrosos, intentando descalificar su candidatura presidencial a toda costa, pero sé que es inteligente y al final logrará ser candidato de una u otra forma.

Estoy seguro que usted tiene mejores asesores y una buena logística, y sé además que durante más lo bloqueen mayor capital político le generan, porque la gente observa y la opinión pública no perdona; aun menos las redes sociales, teniendo en cuenta el empujoncito que le da el ejército de troles y otros personajes a su favor.

Para finalizar hay algo que no puedo obviar en esta modesta epístola; usted heredó una cantidad de millones de dólares, suficientes como para meterse a la cocina del FMLN y tentarlos con el espejismo de mantenerlos en el poder, y luego de estar ahí donde los coyotes aúllan, les dijo lo que quiso como cualquier salvadoreño hubiese querido hacer, señalándoles en público lo que son, rompiendo con el mito de las vacas sagradas… y eso se le agradece.
EL FANTASMA DEL GENERAL MARTíNEZ 

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