Max
vrs “el Cheje”
Hola mis
estimados lectores quiero contarles que esto de ser escritor es
complicado, no sólo se debe saber redactar bien, además, se
debe conocer como comercializar lo escrito, por lo tanto, a sugerencia de un amigo les presento esta entrevista,
ya que mas que ego les brindo información de la realidad.
Una auto
entrevista es como un auto retrato es un género aparte que muy pocos realizan, pero una noche de estas tras trazos en el bar del barrio la hice, ya que el ordenador (PC) no es lo
mío y a punta de pluma en mano se las transcribo.
Sentado en LEYENDAS antro capitalino cerca de la Universidad de El Salvador, me entrevisto en una noche lluviosa tropical en vísperas de las fiestas agostinas.
Sentado en LEYENDAS antro capitalino cerca de la Universidad de El Salvador, me entrevisto en una noche lluviosa tropical en vísperas de las fiestas agostinas.
Pregunta
Max: Hola don Cheje, ¿le
puedo decir así? Ya que entiendo que es su apodo o sobrenombre.
Respuesta
Cheje: Supongo que sí,
hasta mi madre que en paz descanse así me decía.
P.
Max: ¿Quién le puso
“Cheje” y porqué?
R.
Cheje: Bueno, creo que
fue Manuel Rebollo que es mi vecino, ahora él es un valioso exponente del ciclismo
nacional.
P.
Max: ¿Es Manuel un deportista de alto rendimiento?
R.
Cheje: Veo que ud. fue a
la universidad por gusto, acaso no le enseñó su profesor (Edgar Rivas, editor
de deportes del Diario el Mundo) que periodismo y deporte van de la mano, él es un comunicador único del deporte del pedal, por eso le digo que es un valioso exponente y referente del ciclismo, me atrevería a decir que es el único periodista especializado en ciclismo en este país, lea su blog, ya quisiera tener ud. tantas entradas como las que tiene, (5312turelacionpreferida.blogspot.com). Qué
sería Evelyn García sin periodistas que hablaran de sus pedaleadas, qué sería la Federación de Ciclismo sin ese tan importante medio de comunicación como es el blog de Manuel, leído en todo el mundo.
P. Max: Veo que tiene una trenza larga, ¿Porqué usa el pelo largo?
R. Cheje: Es un gusto congénito, ni yo lo puedo explicar, supongo por mis raíces ancestrales "sefardíes".
P. Max: ¿Qué es eso de "sefardíes"?
R. Cheje: Es que mis tatarabuelos eran judíos conversos expulsados de la madre España y luego rodando, rodando... llegamos a estas tierras americanas, como muchos otros, o mas bien dicho, como millones que ahora somos en toda Latinoamerica y Estados Unidos.
P. Max: Veo que tiene una trenza larga, ¿Porqué usa el pelo largo?
R. Cheje: Es un gusto congénito, ni yo lo puedo explicar, supongo por mis raíces ancestrales "sefardíes".
P. Max: ¿Qué es eso de "sefardíes"?
R. Cheje: Es que mis tatarabuelos eran judíos conversos expulsados de la madre España y luego rodando, rodando... llegamos a estas tierras americanas, como muchos otros, o mas bien dicho, como millones que ahora somos en toda Latinoamerica y Estados Unidos.
P.
Max: Mire que le parece si cambiemos de tema, dígame porqué se hizo escritor, por eso me mandaron a
entrevistarlo por ese libro que está a punto de publicar OJO DE VENADO, es
cierto que lo hará con Índole Editores.
R.
Ch: eeehh sí con ellos espero publicar, Carlos Clará es el editor y me siento muy alagado de ello. Con lo otro de por qué decidí escribir un
libro, bueno le voy a explicar, he sido periodista independiente y me he dado cuenta que relatar
noticias no siempre va de la mano con contar la verdad y en el caso de El
Salvador donde lo insólito se hace realidad no basta la buena fotografía que valida
un hecho, tampoco el buen artículo, reportaje o ensayo, por mucho que se
extiendan los temas nunca se podrá mostrar lo que ocurre en una realidad tan
compleja como ésta, entre pandillas, violencia, post guerra, pobreza extrema, migraciones y éxodos; adicciones, marginación, deshumanización, y dentro de poco, contra revolución. Por eso el
formato del libro y la literatura se hace necesario.
P.
Max: Dice ser periodista
pero en realidad no he visto que ud. publique en ningún medio masivo de
comunicación.
R.
Ch: Ni creo que lo haga,
en este país como muchos en Latinoamérica no existe ningún medio que tenga un
sindicato de periodistas, ni tampoco un colegio u observatorio de medios que
garantice el buen ejercicio de la profesión, lo que vemos es una dictadura de
los directores y los oprobios del poder, manipulando la información para
controlar la cosa pública, les gusta hacer más que periodismo relaciones
publicas, o bien, “vendettas” entre tiburones. Cuando un periodista se sale de línea
es echado y se queda sin trabajo, muchos amigos me cuentan que no les queda más
que aplicar la auto-censura.
P.
Max: Entonces según su
versión, (jajaja) desde cuándo ejerce el periodismo.
R.
Ch: Desde que existen
blogs y redes sociales como medios alternativos, pero antes fui director de un semanario bilingüe en Winnipeg
– Manitoba, Canadá y a los pocos años también director de Opinión Estudiantil,
medio de comunicación de la Asociación General de Estudiantes de la Universidad de El Salvador AGEUS.
P.
Max: Sí eso me contaron…
que fue estudiante organizado a finales de los años 90, pero insisto eso no lo hace
periodista, ser periodista es andar atrás de la noticia y hacer del
acontecimiento algo que nos sirva para tomar mejores decisiones en la
cotidianidad.
R/P.
Ch: mmm… entonces ud.
que se planta frente a mí como raudo periodista le devuelvo la pregunta, ¿acaso
ud. lo es?
R/P:
Max: Creo que estoy en
ese aprendizaje, pero el que hace las preguntas soy yo no ud., así que no se me
vaya por la tangente y contésteme.
R.
Ch: Creo que al igual
que ud. estoy en ese aprendizaje.
P.
Max: Ahora que le parece
si hablamos de su posición ideológica ud. cómo se considera una persona de
izquierda o de derecha.
R.Ch: Soy humanista.
P.
Max: ¡Qué tipo de
respuesta es esa la gente no quiere andar con ambigüedades es comunista o es capitalista!
R.
Ch: Mire qué quiere que
le diga, creo en la conciencia social y también creo firmemente que el recurso
más importante en toda producción y riqueza es la fuerza humana más aun que el
financiero y lo material (ambiental), creo en la organización gremial como el
principal motor del desarrollo, no creo en las dictaduras ni en los dogmas y
mucho menos en los monopolios.
(Silencio)
Eso hace 6 años era ser comunista según ud. pero ahora con los gobiernos de
izquierda quien sabe, ahora veo neo caporales y neo dictadores.
P.
Max: Mejor conteste la
simple pregunta que le estoy haciendo, es ud. de izquierda o de derecha.
R.
Ch: En su amarillo
esquema soy de izquierda definitivamente.
P.
Max: ¿Por qué?
R.
Ch: Bueno, porque creo
que el excedente debe ser repartido en una forma más equitativa y justa, al César lo que es del César, no
creo en el rebalse como fuente de riqueza, más bien, el rebalse es la ambición
humana fuente de la miseria.
P.
Max: Hábleme de eso que
mencionó antes, neo caporales y neo dictadores, esos conceptos no los había escuchado antes.
R.
Ch: El caporal es ese
fulano conocido como “el capataz”, ese que es empleado y explotador a la vez,
el mando medio que en vez de velar por los intereses de su clase termina siendo opresor y defensor de los mismos que lo hacen pobre a él.
P.
Max: ¿y eso está malo
según ud.?
R.
Ch: Bueno mire,
podríamos pasar horas y horas discutiendo y nunca nos pondríamos de acuerdo en el tema ideológico, lo
que sí sé es que ahora con los gobiernos de izquierda no solo en El Salvador
sino en Latinoamérica y el mundo, muchos de los antiguos oprimidos ahora son jefes y empleadores, y terminan comportandose como quienes ellos o ellas atacaban tanto, es decir, capitalistas; a sus empleados les dicen esto en pocas palabras: - Si
querés trabajar aceptá este salario (de miseria), sino, anda ve quien te emplea
ya que en el mercado laboral yo soy tu mejor opción… Así he visto a hijos de sindicalistas
mártires convertidos en neo-caporales, o ex comandantes que actualmente tienen negocios y no
pagan prestaciones para sus empleados, y aun así son gallardos defensores de la
conciencia social, ud. los viera con sus camisetas estampadas con la figura del
“che” sobre el pecho, rojitos rojitos… o más aun, si los leyera en sendas columnas
en los rotativos matutinos, “cartas a fulano, a mengano y a perengano”, y sus empresas sin cotizar en el Seguro Social, haga la prueba y verá.
P.
Max: mmmm... ud. es algo polémico ¿Cuénteme de
qué trata ese libro OJO DE VENADO?
R.
Ch: Por ahí hubiera
empezado… con esa preguntadera maliciosa hasta se me había olvidado a lo que
venía esta noche, ya llevamos cuatro rondas y no entramos en materia, ¿está
seguro que ud. es periodista?...
P.
Max: Mire me va a venir
a cuestionar o a responder, no ve que si alguien quiere que lea su libro tiene
que saber quién es ud. y de dónde viene… así que mejor responda, si no quiere
que me vaya y no le publique nada…
R.
Ch: Solo de agrandado
trabaja ud., que le parece si pido una ronda más y hablamos de literatura.
Max: Está bien ya me convenció.
(Llevan dos
cervezas más y el tendero pregunta: -¿jocote, mango o nance? -mango verde sólo con sal. -responde mientras
aturra los ojos mi estimado entrevistado, luego por fin comieza a hablar sobre su libro).
R. Ch: Mire mi querido periodista, el “ojo de venado” es un amuleto antiguo de nuestra cultura originaria, para muchos es una semilla común y corriente así como lo es para otros el símbolo de la cruz cristiana, o los dos triángulos equiláteros contrapuestos figurando la estrella de David, todo depende del valor que nosotros le demos al asunto.
R. Ch: Mire mi querido periodista, el “ojo de venado” es un amuleto antiguo de nuestra cultura originaria, para muchos es una semilla común y corriente así como lo es para otros el símbolo de la cruz cristiana, o los dos triángulos equiláteros contrapuestos figurando la estrella de David, todo depende del valor que nosotros le demos al asunto.
P.
Max: Ud. siempre de
enigmático, ¡hábleme claro!… no ve que no todos entienden ese su lenguaje rebuscado.
R.
Ch: Valla se lo voy a explicar con otras palabras pues... Un ojo de venado es
un amuleto de una creencia antigua más vieja de lo que ud. se pueda imaginar, lo
que sabemos a simple tradición es que se lo ponen como pulsera a los bebés para
evitar el mal de ojo. La semilla es en última instancia una protección contra las
malas miradas, o más bien dicho, nos defiende de los malos sentimientos, ya que se cree que los
infantes son vulnerables a semejantes augurios, pero cuando investigué más a
profundidad me fui dando cuenta que el “ojo de venado” es un amuleto que data
de épocas ancestrales y no sólo protege a los niños y niñas, sino, a todos los
que quieran escapar de los malos sentimientos que podrían ser o no ser, y no
solamente de ellos o de aquellos sino también de uno mismo.
En otras
palabras se lo voy a descifrar, vivimos en un mundo polarizado lleno de prejuicios pero en realidad somos buenos y malos a la vez… (silencio), …contésteme mi estimado, o le comió la lengua
el ratón… se quedó sin preguntas ¿verdad…?
(otro silencio más largo). Lo que pasa es que nuestro ego nos sitúa en un
extremo de la línea, somos sabios inteligentes o tontos infortunados, somos
ricos o pobres, vivimos o agonizamos, somos de izquierda o de derecha, tenemos la
razón o no… todo en última instancia es relativo y es preciso a la vez, pero en
la medida que nos aferramos a una ideología somos excluyentes porque
descalificamos el pensamiento de otra persona sin tomar en cuenta su realidad. Y
al contrario si somos incluyentes
el entorno en que vivimos nos califica de ambiguos, por eso es común que me
digan que no soy “ni chicha ni limonada”.
P.
Max: Así que ud. propone
dejar la razón a un lado y ser etéreos mejor.
R.
Ch: Ustedes los
periodistas tratando de poner palabras en mi boca… no, no es eso, lo que le
propongo a través de mi libro es que si logramos entender que no importa qué
seamos, ya sea rojos o azules, amigos o enemigos, socios o competencia, negros o
blancos, indios, mestizos o criollos… si nos vemos todos como humanos y nos obsequiamos
ojos de venado mutuamente, mas que un amuleto como un símbolo de respeto, definitivamente el mundo sería mejor, con menos odio y envidia.
P. Max: creo que a ud. le falta más de un tornillo, como podría suceder eso… ¿explíqueme?
R. Ch: Bueno, lea mi libro.
Entonces el
Cheje como buen pájaro carpintero se aburrió de picotear la meza donde
parlábamos, de palabra en palabra y de soneto tras otro voló y no respondió más
a mis interrogantes dejando muchos puntos
inconclusos, quería preguntarle de porqué es montañista y subió el año pasado
el Volcán de Izalco con Angélica Monteagudo, la chica con discapacidad usuaria
de silla de ruedas, pero en fin se fue, qué más le podría pedir a una noche de
inverno de San Salvador, llovía y cesaba…
Otra ronda,
y el Cheje llamó a su pajarita…
PD: El "Cheje", según él estaba hace un año cerca de publicar su libro Ojo de Venado, que tan equivocado estaba, ahora en agosto de 2015 finalmente publicó, acá les cuento la otra parte de la historia.EL LABERINTO DE UN LIBRO NOVEL
PD: El "Cheje", según él estaba hace un año cerca de publicar su libro Ojo de Venado, que tan equivocado estaba, ahora en agosto de 2015 finalmente publicó, acá les cuento la otra parte de la historia.EL LABERINTO DE UN LIBRO NOVEL
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