Márquetin político
y Nayib
El márquetin político es esa área
del mercadeo especializada en vender o promover a una figura política, u
organización de carácter ideológica.
Para nuestro medio esto se
traduce en el arte de persuadir al ciudadano para que éste emita un voto en las
elecciones a favor de determinado personaje.
En fáciles palabras este es
un concepto sencillo para explicar esta técnica de venta, lo complejo es que
las sociedades están segmentadas con muchas ideologías e idiosincrasias, y la
gente a su vez cree menos en la clase política.
El objetivo principal del
márquetin político es ganar los comicios, logrando el mayor número de votos. Buscando
obtener el primer lugar para ser claro, no el segundo ni el tercero, por eso el
carácter “agresivo” a la hora de persuadir u ofertar al candidato.
Esta agresividad por lo
general se presenta con un aspirante desafiante y beligerante frente a su
opositor, pero no siempre es así, también esta característica se pude ver en un
juego ilusorio del candidato, como el mago que esconde su carta con una mano
mientras distrae al espectador con la otra.
El arte de un buen político
se dice que es cuando el personaje sabe expresar bien sus ideas, y que éstas sean
del consenso popular, en ese proceso la persuasión es un juego donde la
creatividad debe llevar rasgos culturales junto con habilidad comunicativa, además
debe tener la capacidad de reproducir el mensaje a las multitudes (esta es la
parte donde se gasta mucho dinero); y por otra parte, el candidato debe hacer
cuantas alianzas sean necesarias con otros liderazgos para persuadir a más
personas en una técnica parecida a la pirámide de ventas.
Pero también el proceso de
conquistar otros segmentos de votantes consiste en que el candidato o aspirante
debe jugar al espectáculo del “dime que te diré” con sus mismos aliados, con el
objetivo de generar duda en los segmentos que le son difíciles de persuadir,
sembrando un germen de simpatía en los votantes de su competencia, bajo el
principio de: “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”.
Por eso al ver las
escaramuzas de Nayib Bukele versus la cúpula del FMLN, pienso en voz alta: “El
alcalde quiere ser presidente con el partido oficial; y en definitiva, sí sabe
de márquetin político”.
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