21/3/13

Tiempo para hablar, análisis electoral 2013


Tiempo para hablar

Faltan como 10 meses para que las elecciones presidenciales se realicen, se preparan tanto los partidos políticos así como los comunicadores alistan sus baterías y sus sesudos análisis en cada coyuntura.

Tiempo de elecciones es tiempo de bonanza para los medios de comunicación y proveedores de promocionales. Cualquier tipo de propaganda esta lista para ser publicada, ganan los emisores, asesores y medios, pero nosotros los de la llanura vemos contaminados nuestros espacios públicos a lo que llamaría el “terrorismo mediático”.

Las campañas presidenciales son las peores, me resulta dantesco ver en un país con tantas necesidades el despilfarro de millones y millones de dólares en pintura, espacios en la TV, la radio, periódicos, camisetas, gorras, cántaros y discursillos de plazuela que resultan caros porque los tales asesores de comunicación quienes brindan este servicio “especializado” se quedan con los bolsillos llenos de dólares (colombianos, chilenos, venezolanos, cubanos, mexicanos), dinero que tanto hace falta en el estomago y vivienda de los salvadoreños, irónicamente en detrimento de los que juran defender los señores políticos, los pobres.

Actualmente a meses de que arranque en forma oficial la campaña proselitista ya se habla de todo, se habla de que no hay presupuesto para los comicios, del voto en el exterior y como cambiará el mapa de las electores, de las encuestas, de las giras de los candidatos, de las “consultas”, pero no se habla de las propuestas y mucho menos de las necesidades mas allá de los discursos de probeta.

Existe una latente necesidad ciudadana silenciosa de hablar, de ser escuchados y platicar de lo que en verdad queremos y necesitamos, de esos temas olvidados asfixiados por tanta marea de proselitismo, coyunturas y terrorismo mediático.

Me gustaría escuchar a los candidatos hablar y comprometerse con temas claros y acciones concretas, por ejemplo no queremos temas o promesas subjetivas abstractas, como la fábrica de empleos, tampoco viejos cuentos perdidos fracasados como la mano dura o súper dura.

Sería fantástico si los candidatos se comprometieran a la instalación de software libre en todo el sistema educativo y oficinas de gobierno, así evitaríamos la piratería y el Estado dejaría de gastar tanta divisa que se fuga en este rubro (el pago de licencias a Microsoft).

Los ciudadanos queremos escuchar soluciones simples y frescas para problemas antiguos y complejos, estamos cansados de ver la problemática del transporte, del subsidio, el mal servicio y un gremio que está acostumbrado a doblarle el brazo al gobierno.

Qué tal si hablamos de nuevas políticas viales, transportes cerrados a segmentos determinados (estudiantes, personas con discapacidad, trabajadores, gremiales). Qué tal si nos hablaran un poco más serios y nos prometieran políticas viales como el fomento a la bicicleta como medio de transporte así como los países orientales. Aparcamientos de bicis en centros comerciales, en las oficinas públicas, en las escuelas y universidades, carriles especiales que unan Soyapango y San Salvador, Mejicanos, San Marcos.

Es tiempo de hablar y de explicarles a los políticos que el desarrollo va más allá de que ellos ganen o pierdan las elecciones. El desarrollo es darle soluciones a los problemas que aquejan a la vida cotidiana de la gente y que esta solución sea integral para las mayorías y para el futuro.

Por eso me preocupa que ningún candidato hable de política energética, me imagino porque no les conviene tanto a unos como a otros, ganan mucho en la importación de petróleo, por lo tanto el silencio de los candidatos por el desarrollo de la energía solar y eólica es más conveniente.

Sabemos hasta en retórica lo importante que es invertir en la juventud; sin embargo, la primera casa de estudio (la UES) sigue con el presupuesto más bajo de Centroamérica. Mientras tanto escucho a un candidato proponer que llevará a la selección nacional de fútbol al mundial con la brillante idea de contratar al mejor técnico del mundo para lograrlo. No sé, si reír o llorar, pensé que diría que iba a instalar las mejores escuelas de balón pie del mundo, pero no. Ahora entiendo porque los candidatos gastan tanto en asesores extranjeros e imagen, el espejismo es su mejor artilugio.

Sólo pan y circo necesitan para sus objetivos, para ellos lo demás es lo de menos. Por eso a meses de que empiece la contaminación comunicativa, insisto, es tiempo de hablar.

Foto: Ulises Rodríguez.