4/11/19

Análisis sobre la UES y la educación superior.

Breve análisis sobre la UES y la educación superior. 
Sus dirigentes y ley orgánica.

Para quienes conocemos los ciclos de la política universitaria sabemos de antemano que a cada periodo electoral (interno) se abre el proselitismo en el campus, lo curioso fue que en las pasadas elecciones de rectoría el espectáculo llegó hasta la asamblea legislativa.

Como ustedes saben en mi etapa estudiantil fui dirigente en la UES, ahora soy graduado y estoy agremiado a mi correspondiente asociación profesional, APES (Asociación de Periodistas de El Salvador).


Menciono lo anterior porque conozco la naturaleza y funcionamiento de la comunidad universitaria. No omito aclarar que no soy empleado ni me beneficio de ningún proyecto de la universidad. Eso sí, colaboro en cualquier actividad cuando me lo solicitan y suelo presentar en el campus mis libros de carácter literario.

Como graduado de periodismo se me enseñó que nuestro oficio no es una actividad de relaciones públicas, por lo tanto, los comentarios que haga en el presente artículo no están destinados a quedar bien con las actuales autoridades, ni con su oposición, tampoco con los estudiantes organizados, colegios profesionales o trabajadores, y mucho menos con los diputados y clase política que pretenden reformar la ley orgánica de la UES. Dicho lo anterior les comparto mis valoraciones e interpretaciones.

Para empezar me atrevería a decir que la Universidad de El Salvador es la institución autónoma del país que más goza de independencia con respecto al gobierno central, ni el ISSS ni el INDES tienen tanta autonomía como la posee la UES.

Por una parte es bueno, en esencia, porque la ciencia y la academia deben ser libres y no estar sometidas a intereses, coyunturas o poder alguno. Pero por otro lado, sé, que bajo este concepto de autonomía en la UES se cometen excesos.

He visto por ejemplo que las plazas de trabajadores se dan en forma arbitraria, llegando a casos donde un puesto de trabajo es “hereditario”, o puestos de dedo como se conoce, dándose a todo nivel, desde ordenanzas hasta profesores. Con tanta discrecionalidad ¿Cómo podríamos estar seguros que la institución no ha sido infiltrada por el crimen organizado?

Actualmente la UES mantiene un sistema electoral conocido como voto calificado, donde el parlamento interno de la universidad elige a las autoridades, incluyendo rectoría, decanatos, fiscalía, procuraduría, entre otros. Este parlamento llamado AGU (Asamblea General Universitaria) es formado de manera igualitaria por los tres sectores de la comunidad universitaria: estudiantes, profesores y profesionales graduados de la universidad.

En mi opinión es un buen sistema, es similar al de muchos países del mundo, por ejemplo, Italia, España o Inglaterra, los mismos EEUU tienen un sistema donde los colegiados electorales terminan eligiendo al presidente.

En la UES es bastante similar, cada sector va a elecciones por voto directo para elegir a sus representantes en la AGU y éstos son los que terminan eligiendo las autoridades.

Al parecer los diputados quieren alterar esta dinámica sin someter el proyecto de reforma de ley a consulta ciudadana y universitaria.


Si me preguntasen les diría que en vez de estar pensando en transformar el sistema electoral de la UES deberían de darle poder a estudiantes y profesionales de las universidades privadas a través de una reforma urgente de la ley de educación superior. Después de todo empoderar e involucrar a la juventud en su mismo desarrollo intelectual y académico es parte de la solución de este país.

La universidad pública siempre ha sido víctima de la clase política, por eso es la que tiene menor presupuesto en la región, además es mal vista por muchos sectores de la sociedad civil porque en la medida que la UES satisfaga la demanda estudiantil nacional así iría en detrimento del lucrativo negocio de las universidades privadas, siguiendo la lógica perversa a la que estamos acostumbrados en este paisito.

Ahora bien, hablando de la comunidad universitaria no todo es rosa, cuando menciono excesos no solo es por la corruptela a nivel administrativo, también en la clase estudiantil se da en diferentes formas, vemos a dirigentes congraciándose con el FMLN o algún otro instituto político para buscar después algún puesto de poder en las estructuras partidarias, o bien, estudiantes organizados que buscan una posterior plaza dentro de la universidad misma, desvirtuando la democracia universitaria a través de la malversación del voto calificado, tanto en la AGU como los otros órganos de gobierno universitario.

En cuanto al sector de profesionales los casos llegan a ser hasta patéticos, tan extremos como los de la facultad a la que pertenezco (Ciencias y Humanidades), ésta es compleja y aglutina a un sin número de carreras, escuelas y departamentos; sin embargo, fue representada por veinte años por un grupúsculo cerrado de octogenarios que se auto denominan “Colegio de Humanistas”, quienes hicieron de la UES un modus operandi, a través de dietas y el trasiego de influencias, e igual que muchos aprovechados, malograron el valioso voto calificado, raras veces estuvieron a favor de la ciencia y la academia. Hasta este año 2019 el tal Colegio de Humanista ahuecó la AGU dando paso a ANDES 21 de julio, gremial profesional del magisterio.

Recordemos que el espíritu de la actual ley incorpora a los profesionales graduados con el objeto de que aporten a través de su experiencia y visión de país, pero a diferencia (al menos en mi Facultad) a éstos no les vi verdadero interés en los cambios curriculares y mucho menos en la vanguardia del pensamiento.

En cuanto a los profesores son el sector que mantiene la continuidad de la actividad científica y académica. Recuerdo cuando la Dra. María Isabel Rodríguez fue rectora esta actividad se potenció, teniendo en cuenta que para la práctica científica siempre se necesitan fondos y ella se esforzó para hacer las gestiones necesarias y obtenerlos. Antes del año 2000 el Estado asignaba 100 colones para la investigación científica.

Si bien es cierto muchos docentes se involucran en actividades extracurriculares de carácter científico, no existe una normativa interna que les obligue y que les estimule a hacerlo, como resultado observo un déficit y poco interés de muchos profesores en el desarrollo académico. No obstante la UES tiene notables esfuerzos en nanotecnología, micro biología, antropología y otras áreas no menos importantes.

Como conduzco un programa de radio en la UES (ad honorem) suelo llegar al campus una vez a la semana, y a veces observó atónito que aún están algunos de los mismos rostros que veía hace 20 años, cuando era estudiante, seudo líderes intentando como siempre mover los hilos de la política universitaria.

Sin embargo, también sé que no todo es así, hay mucha sangre nueva y entusiasta quienes quieren marcar un mejor rumbo, y que están dispuestos a que las cosas cambien para bien. A estos jóvenes es a quienes me gustaría dirigirme y decirles que aprovechen la coyuntura para impulsar una verdadera reforma universitaria y dar paso para refundar la AGEUS (Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños), la otrora organización política y académica que representó a la juventud pensante, la que tanta influencia tuvo en la opinión pública en general.

En fin, lo ideal sería una reforma universitaria en todo el país que incluya no solo a la universidad del Estado, sino, la totalidad de las instituciones de educación superior, porque después de todo el desarrollo técnico, científico y académico no es un bien privado, no es una finca con su caporal incorporado, más bien, este debe de ser un sector estratégico de la sociedad, un patrimonio nacional.

Por eso desde mi humilde opinión le recomendaría a nuestro joven presidente que no se ponga a twitiar tonteras sobre un tema que no entiende, su papá si lo comprendía pero él no, para entender la vida universitaria hay que vivirla no que se la cuenten, por eso sin afán de que se sienta mal el mandatario o sus allegados, en buen sentido le recomendaría que deje al vicepresidente tratar este tema, don Félix Ulloa sí está capacitado para acompañar desde el Ejecutivo una transformación de la educación superior, ya que para esto se requiere ser un estadista, no un velocista.



1 comentario:

  1. Mi opinion sobre la Ues.
    1) No es cientifica, tampoco imparcial. Se fomenta la injusticia, la corrupcion y la mentira.
    2) Los catedráticos no son catedráticos ni profesores, son gente incapaces, sin ética, depredadores de los estudiantes y acosadores sexuales y chantajistas, ademas de impuntuales e irresponsables.
    3) La Ues es un caos administrativo e ideologico, hay desorden en todos sus niveles y cada quien hace lo que le da la gana.

    Es falso que es alma mater, tambien es mentira que la mejor del pais.

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