7/3/22

¡SU NOTA!... ¿Qué le parece si la arreglamos en mi casa? Parte II

 ¡SU NOTA!...

¿Qué le parece si la arreglamos en mi casa? Parte II

Compendio, 22 años después

Por: Max Herrador

A más de dos décadas de haber sido publicada la entrevista en OPINIóN ESTUDIANTIL, la que trató de un caso de abuso y acoso sexual en las aulas universitarias, me doy la tarea a 22 años de lo ocurrido de localizar a Lilian, seudónimo de la estudiante agredida. Ahora en la actualidad ella es una Ingeniera Industrial y maestra de ballet y pilates, madre de dos hijos.

Al ser consultada para autorizar la republicación de esta entrevista nos cuenta que, a los días de haber sido destituido el profesor Cristales y luego ser publicada la entrevista, siendo ella aun estudiante, muchos de los profesores de la facultad de ingeniería la veían con desconfianza y rechazo, por haber tenido la valentía, y “la audacia”, de denunciar a uno de sus colegas.

Es decir, para ella la revictimización fue inmediata, se le vino al acto de la supuesta justicia, un ambiente hostil. Explica que siempre hubo gente que le terminaba echando la culpa de lo sucedido.

En una ocasión que pidió una revisión de una evaluación a otro profesor (petición que es frecuente en la vida universitaria), él pidió por escrito que estuviera presente el director de la escuela de ingeniería industrial, haciendo de un simple proceso académico un trámite engorroso.

En resumen, aun 22 años después Lilian no me autorizó a usar su verdadero nombre y, si quería republicar la entrevista debería seguir usando un seudónimo para referirme a ella, me explicó que su caso en la vida universitaria fue, literalmente, uno en un millón porque casi nunca un acosador sexual recibe su merecido y se evita que continúe haciéndolo.

Lilian me afirma que le hacían sentir que ella hubiese sido la culpable de la destitución del profesor Cristales; sin embargo, al cuestionarle si se arrepintió de haber denunciado y autorizado la publicación de la entrevista en OPINION ESTUDIANTIL, ella actualmente es tajante y me dice:

“Ni un tan solo segundo me arrepiento de lo que hice contra el acosador del que fui víctima, recuerdo que me presenté ante 25 hombres, creo que era el Consejo Superior Universitario, me dio miedo, un estudiante de la asociación me dijo que el profesor Cristales tenía fama de abusador y acosador, pero ninguna de sus víctimas se atrevía ir a testimoniar ante las autoridades de la UES, y me decían que de lo contrario él iba a continuar haciendo de las suyas…  así que me armé de valor y fui yo, me costó, sí, y hasta lloré contándoselo a todos esos señores desconocidos para mí”.

“Denunciar es una forma por la cual podemos evitar que más abusadores sexuales hagan de las suyas, el único modo de hacer justicia es hacer ruido, es decir, denunciar, nunca cansarse de repetirlo, repetirlo y repetirlo; denunciar, denunciar y denunciar… Hay que hablar siempre con alguien lo que te suceda para no sentirse sola, las mujeres al igual que hace 10, 20, 30 años, y a lo largo de los tiempos, somos violentadas y abusadas, a mi edad no existe ninguna mujer que en su vida no la hayan abusado o acosado, y si la hay sería literalmente, una en un millón”.

“…cuando te sucede eso es una experiencia fatal y anormal (el acoso sexual), pero la sociedad lo permite y lo normaliza, porque así está hecha (la sociedad), por eso no quiero que se publique mi nombre, porque me volverían a revictimizar, las condiciones de la cultura machistas siguen siendo las mismas, no ha cambiado nada, las leyes que existen a favor de la mujer son letra muerta para la mayoría de nosotras”.

Nota: Si deseas hacer tu denuncia para que sea pública a través de medios alternativos y redes sociales, ten por seguro que tomaremos en serio tus palabras y evitaremos una revictimización de tu caso, el cual será acompañado por una organización de derechos para la defensa de las mujeres (ASmujeres), en materia jurídica y psicológica.

Comunícate al WhatsApp de Max Herrador 503-72705474, o al WhatsApp de ASmujeres 503-79088833 (solo texto, no llamadas).

¡SU NOTA!... ¿QUÉ LE PARECE SI LA ARREGLAMOS EN MI CASA? PARTE I

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¡SU NOTA!... ¿Qué le parece si la arreglamos en mi casa?

 Entrevista publicada en septiembre de 1999 en la revista OPINIóN ESTUDIANTIL, auspiciada por la Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños, AGEUS.

El acoso sexual es un lastre que la sociedad arrastra de manera silenciosa, en los ambientes universitarios la vulnerabilidad de las estudiantes es más que latente. A pesar de que esta entrevista fue publicada hace 22 años la problemática aun es vigente, valiendo la pena su republicación.

La denuncia de un acoso sexual no es conciliable y no prescribe para las leyes salvadoreñas * y menos para la opinión pública, el movimiento MeToo” nos ha demostrado que nunca es demasiado tarde para que un depredador sexual pague por sus abusos, sirva entonces la presente entrevista para motivar a las víctimas a denunciar, exponiendo con nombre y apellido a los acosadores para romper la cultura del abuso hacia la mujer y evitar que las agresiones continúen, y lo más importante, que sepan los depredadores que tarde o temprano serán expuestos a la opinión pública, presionando así al sistema judicial a hacer sus buenos oficios.

* Según la última reforma del articulo 99 de código procesal penal; y según el articulo 58 de la LEIV (Ley Especial Integral para una Vida sin Violencia para la Mujer).

Max Herrador

 

¡SU NOTA!...

¿Qué le parece si la arreglamos en mi casa?

Por: Julio Enrique Rosales

“...quise levantar un proceso de demanda; pero me explicaron que era difícil ganar el caso porque no tenía pruebas, pero quedó registrado en la asociación de estudiantes de ingeniería”. (Víctima de acoso sexual).

La Universidad de El Salvador es un universo de ideas, de metas, de logros y algunas veces de fracasos. Un universo de enseñanza, de aprendizaje, pero, ¿qué sucede cuando este proceso se sale de los parámetros y se convierte en un delito sexual?

Dentro de nuestra Alma Mater encontramos algunos docentes (sí les podemos llamar así, aunque más bien les corresponde el título de “indocentes”) los cuales, aprovechándose de su autoridad, llegan al grado de olvidar el papel de maestros que les corresponde, tanto así, que tienden a jugar con las calificaciones de las estudiantes, a cambio de una relación que se sale de lo que el proceso establece como, enseñanza - aprendizaje.

Según el centro de documentación de CEMUJER, acoso sexual es todo acto o conducta dirigida en su mayoría al sexo femenino, con altos propósitos sexuales, estos actos u hostigamiento suelen ser frecuentes y presentan una conducta de persecución con expresiones de palabras, gestos o tacto físico.

Entre los factores que inciden en la acción de un acosador podemos mencionar: Que éste se aprovecha de una situación de vulnerabilidad para realizar su hostigamiento.

El chantaje es uno de los “métodos” de acoso sexual más comunes en las sociedades machistas. Se da el caso en los centros de enseñanza (ya sea secundaria o superior) que los docentes premeditadamente reprueban la materia a alguna joven, y luego chantajean a las estudiantes con la posibilidad de cambiar la nota por un rato de placer, el inescrupuloso promete convertir un 5.6 a un 7.5 u 8.

Tal es el caso de “Lilian” (seudónimo que utilizaremos), una futura ingeniera de 28 años, quien nos relata en una entrevista la historia que vivió con un “indocente” de nuestra universidad:

¿Qué entiendes por acoso sexual?

R. Es una situación que te persigue, te presiona, te molesta y de la cual es difícil escaparse, es algo que lo sufrimos todos los días, algunas veces es más sutil que otras, pero todas estamos expuestas a algún tipo de acoso.

Tú fuiste acosada por un docente de nuestra universidad, ¿Puedes decir quién fue?

R. Era un docente del Departamento de Matemáticas, un tal licenciado Cristales, nos daba Matemáticas IV.  Esa materia es denominada como masiva, la demanda es tan grande que los docentes de nuestra Escuela no alcanzan a cubrirla y se recurre a la colaboración de docentes de ese Departamento.

¿Cuándo te diste cuenta que eras acosada sexualmente por este licenciado?

R. En esa ocasión me puso nota de “1” en el primer examen, para mí fue extraño debido a que no estoy acostumbrada a ese tipo de notas, cuando fui al Departamento de Matemáticas a preguntarle por qué tenía esa nota, le solicité revisión, quería ver mi papeleta y convencerme realmente de la nota que tenía; pero resulta que mi papeleta la había extraviado, le pregunté repetidas veces y siempre me decía lo mismo, yo llegaba y mi papeleta continuaba perdida. Hasta que una vez, él estaba afuera de su cubículo y le pregunte sobre mi examen... él me contestó que no la encontró y lo que podíamos hacer es ir al “bosquecito” a charlar, posteriormente que fuéramos a su casa y allá arreglaríamos la nota a cambio de mí...

¿Qué fue lo primero que te paso por la mente en ese momento?

R. Me sentí mal, sentí asco... atacada, mi reacción no fue ponerme a llorar, no... me dieron ganas de insultarlo, porque la expresión en el rostro en ese momento parecía insultarme.

¿Qué hiciste posteriormente?

R. Me dirigí a la Asociación de Estudiantes de Ingeniería y Arquitectura (ASEIAS); a contar lo que recién me había ocurrido, además tuve que abandonar la materia y perder un año porque no quería seguir recibiendo clase con ese docente.

¿Hubo algún otro tipo de acoso posteriormente?

R. Sí, cuando él llegaba al Departamento se notaba la intención de que me quería hablar, pero yo lo ignoraba completamente, pues me producía asco verlo y no quería que siguiera jugando conmigo.

¿Conociste algún otro caso de parte de este docente?

R. ¡Claro que sí!... conocí como cuatro casos más solo el mismo ciclo que yo fui acosada; aparte de que nos humillaba, nos insinuaba directamente sus intenciones, a tal grado que supe que dos de las jóvenes tuvieron que dejar la universidad para no seguir aguantando este tipo de situaciones.

¿Qué hiciste para detener la situación?

R. No levante un proceso de demanda porque la misma asociación estudiantil me dijo que era difícil ganar el caso porque no tenía pruebas, pero ellos registraron el caso. Dos años después otras jóvenes también se quejaban del mismo docente, y debido a que mi caso ya estaba registrado me llamaron a testimoniar, en dicho momento me puse a llorar, tenía miedo, pero logré decir mi situación; 15 días después me dieron la noticia que al licenciado lo habían destituido.

¿Qué consejos le darías a las jovencitas que pasan por una situación similar?

R. Deben de ser bien sinceras consigo mismas y saber darse cuenta qué es lo bueno y lo malo; hay un acoso sutil que ni siquiera te das cuenta, es ahí donde hay que ser perceptivas. Si la situación las presiona, les causa molestias y humillación, háblenlo, eviten esa situación amenazante... hay que comentárselo a alguien más, de preferencia a tu familia; además, acérquense a una asociación estudiantil. Lo malo es callarse y dejar a esos cínicos que se salgan con la suya.

 

Al final se hizo justicia y el docente fue expulsado de la universidad, no obstante Lilian perdió un año de su carrera, dos jovencitas perdieron la oportunidad de graduarse en la Universidad de El Salvador; y el licenciado Cristales perdió su trabajo. Pero, qué de aquellas situaciones de acoso sexual que se están dando actualmente dentro del Alma Mater, serán necesarias tantas denuncias para llegar a una destitución, nosotros creemos que no.

Así que este es un llamado a tu conciencia joven universitaria. Si te has visto envuelta en situaciones similares, puedes echar manos a la obra, no dejes que estos sinvergüenzas, que dicen ser docentes, se salgan con la suya, ¡demándalos!, acércate a la Asociación Estudiantil de tu Facultad o al local de AGEUS para detener legalmente esta problemática.

Archivo. Universidad de El Salvador. Opinión Estudiantil. AGEUS. 1998-2000. Ciudad Universitaria.

Por otra parte, Julio Rosales el estudiante de periodismo que realizó y escribió esta entrevista hace 22 años, es en la actualidad un exitoso periodista que trabaja en el medio televisivo salvadoreño, cubriendo y presentando noticias nacionales e internacionales.

De igual forma cuando consultamos a Lilian para que nos autorizara la republicación de esta entrevista ella nos dijo que sí, pero contó a su vez, las consecuencias que pagó por haber denunciado lo que le sucedió. 22 años después nos cuenta en retrospectiva su experiencia en un parangón con la vida actual.

CONTINUACIóN

Nota: Si deseas hacer tu denuncia para que sea pública a través de medios alternativos y redes sociales, ten por seguro que tomaremos en serio tus palabras y evitaremos una revictimización de tu caso, el cual será acompañado por una organización de derechos para la defensa de las mujeres (ASmujeres), en materia jurídica y psicológica.

Comunícate al WhatsApp de Max Herrador 503-72705474, o al WhatsApp de ASmujeres 503-79088833 (solo texto, no llamadas).

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