4/12/22

Vosotros y la FIFA nostra

 

Para quienes hacemos periodismo alternativo hablar de la FIFA, del mundial y de Qatar resulta inevitable ¿Por qué?, sencillo, porque este es un tema no apto para dogma alguno.

No apto para quienes creen que el FBI es la policía del mundo, no apto para quienes crean que la FIFA es la santa señora inmaculada del balompié, no apto para quienes crean que Europa es el centro del mundo, y, en medio de ésta, creen que en Suiza no se mata ninguna mosca.

Imagínense… Si nos dedicamos al periodismo de opinión, cómo no opinar de esta pirueta billonaria donde (literalmente) medio mundo pone, no solo su atención, sino, más bien, una gran pasión.

La historia es bien conocida, toda la gente la conoce, en YouTube hasta sobran versiones al respecto, coimas y dinero pagándole a la cúpula de la FIFA por el otorgamiento de este mundial a Qatar; luego, cinco años después los gringos destapan en mayo del 2015 el FIFAGATE, donde el FBI y la INTERPOL arrestan a una serie de dirigentes y ejecutivos de alto nivel de la FIFA por corruptos.

Sobre toda esta argumentación muchos medios tradicionales y alternativos se ven abrumados ante tanta información; tantísimos detalles al respecto. Cuando en realidad hay una lógica de la cual nadie habla, que es: Donde hay grandes justas hay apuestas y hay millones de dólares de por medio, por lo tanto, hay tras el telón mafias.

En otras palabras, la FIFA debería ser una institución garante para que no se compren árbitros, porteros, entrenadores o delanteros; sin embargo, qué podríamos confiar en esta organización si está demostrado que es un nido de cuervos.

El FBI arrestó y procesó un número significativo de dirigentes, quienes de forma descarada e inapropiada votaron a favor de Qatar como sede de este mundial hace doce años.

La pregunta del medio millón es: ¿Por qué el FBI se interesó en destapar una corruptela de la cual ya se sabía (a voces) que existía desde hace cuatro o cinco décadas atrás?

Sencillo… porque le sacaron hace doce años de la bolsa el mundial 2022 a EEUU, quien competía por ser sede de la máxima justa deportiva a nivel mundial contra el pequeño, pero riquísimo Estado de Qatar, el cual les ganó.

Bill Clinton un ex presidente de gran influencia en la política mundial, quien fue uno de los lobistas a favor de que la sede del mundial 2022 fuese en EEUU, se mostró indignado al conocer y asumir semejante coima de los cataríes sobre la FIFA.


Lo demás es historia…  

En conclusión, la lógica nos lleva a suponer que el negocio del mundial de fútbol siempre seguiría siendo un negocio billonario, no solo en derechos de transmisión televisiva, sino también, en el arreglo de resultados.

Entre la cantidad de arrestos realizado en el FIFAGATE la aprensión de Alejandro Burzaco es particular, pues evidencia que no solo los dirigentes de la FIFA estuvieron involucrados en corrupción, sino también, los empresarios dedicados a las concesiones de las transmisiones televisivas.

Por eso si nos ponemos a pensar… si quienes han coimeado a los dirigentes de la FIFA no obtienen su redito en billones de audiencias… entonces, de nada sirve el dinero y el esfuerzo.

No soy gurú para saber quiénes serán los protagonistas o antagonistas de los finalistas del mundial, lo que sí sé, es que, si dos equipos de gran arrastre global no se enfrentan entre sí en la cúspide del torneo, la transmisión de la final de balompié será un fracaso, por lo tanto, desde antes de exponer cualquier nombre de país, asumo que la baraja ya está marcada.

En fin, no recomiendo ver ningún partido del mundial, (en lo personal no veo uno desde hace más de veinte años), desde que maduré y tuve uso de la inteligencia racional sobre la emocional, asumí que este tipo de eventos son… y seguirán siendo, una trampa de dedos chinas.

Imposibles no hacerse estas preguntas al respecto: ¿Cómo es posible que si hubo tanta corrupción en la FIFA solo los impresentables dirigentes latinoamericanos estén tras las rejas? ¿Por qué no hay ningún europeo preso, es más, porqué el acólito de Josep Blatter (ex presidente de la FIFA) hoy es presidente de dicho instituto, otro suizo quien debería estar preso también?, más aún, ¿Por qué Josep Blatter no está tras las rejas? ¿Por qué Suiza paraíso de millonarios anónimos sigue siendo el escudo de las finanzas de la FIFA? ¿Por qué no hay ninguna televisora señalada?

 

Para finalizar pienso que los menos culpables de esta mala jugada son los jeques cataríes, a lo más que podríamos condenar a estos fulanos es, a un outside (fuera de juego) por estar adelantados y querer meter un gol por ajambados, es decir, ¿quién es el verdadero culpable?, el zutano que me ofrece comprar (indecente) a mi pareja para su aren, ¿o yo?, que se la vendo y después de hacerlo, consumo en streaming el evento donde le hacen el amor en público a la señora.

Nota: No creo que el fútbol sea un deporte que no merezca mi atención, o bien, sea una actividad desdeñable; los que sí es despreciable es toda la corruptela y mafia que gira a su alrededor, por lo que me niego de manera rotunda a consumir sus transmisiones en vivo, si acaso luego habrá tiempo para ver las repeticiones y mejores jugadas en tanto canal de YouTube, evitando darle el menor redito posible a las televisoras, culpables indirectas del manoseo de tan bonito deporte. 

maxherrador.com

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12/11/22

Historias de Uber en San Salvador

 Historias de Uber en San Salvador

Opinión sobre el régimen de excepción de tres emprendedores que se dedican a brindar servicios de movilidad.

Por diferentes razones del destino me he convertido en los últimos meses en un usuario frecuente de la aplicación UBER, pero más que eso lo que me motiva esta mañana a escribir son los relatos de las personas que manejan, es decir, los choferes.

La mayoría son jóvenes emprendedores que hacen en su tiempo extra un dinero adicional, o bien, toman la aplicación de servicios de movilidad como verdaderos empleos.

Como soy periodista, es mi naturaleza preguntar, entablar comunicación con personas que intuyo que saben más de la realidad que yo, es decir, sé que esta gente que maneja a diario en la ciudad ve más cosas de las que nos imaginamos, en especial sobre la actual guerra contra las pandillas.

Después de algunas preguntas de amortiguamiento muchas de estas personas me terminan confesando sus más peculiares “carreras”, algunas jocosas y otras peligrosas, imagínense pues… San Salvador, la que fue hasta hace poco, una de las ciudades más peligrosas del mundo.

Por razones de su tiempo, de mi tinta y de mi papel, les voy a contar solo tres, aunque consideraría en algún momento escribir un libro al respecto. En fin… ahí les va. No omito mencionar que los tres nombres de los protagonistas de estos breves relatos le he cambiado su identidad.

 

Lissette

Ella me llegó a traer al centro comercial Metrópolis que está entre los municipios de San Salvador y Mejicanos, era una muchachona bonachona, blanca, alta y cachetona, no obstante, de voz aguda, tierna como si fuera de adolescente púbera.

Como iba con mi papá (don Ovi) quien es un señor de tercera edad, ella decidió entrar al centro comercial y pagar su ingreso, para evitar que él caminara más, hecho que encontré de mucha amabilidad de su parte, por lo que de entrada me cayó bien la jovencita.

Seguido pude ver de reojo que en el asiento del copiloto llevaba una bolsa repleta de confites y semillas secas, y en seguida le pregunté que, si los vendía o los daba de cortesía a sus pasajeros, ella sonrió y me dijo muy afable que, cómo yo quisiera… Me cayó aún más en gracia su forma de ser, le pedí entonces dos bolsas, una de semillas de marañón bien tostadas para mi padre y otra de dulce de coco rallado para mí.

Al tomarlas vi que tenían una viñeta un tanto hechiza y le pregunté que, si esa era su marca, a lo que ella muy orgullosa me afirmó que sí, que aprovechaba a vender algunos aperitivos a los usuarios de UBER, pero que también, llevaba algunos de estas bolsas a tiendas de conveniencia donde las distribuían.

Caramba ―le dijeen verdad es usted emprendedora.

Sonrió por mi comentario, y sin que le preguntara me dijo que hacía todo eso porque se había quedado sin empleo hace un año, trabajaba de vendedora en una distribuidora de pinturas, seguido me continúo contando que fue a dejar un pedido de 8 cubetas cerca de la zona franca del San Bartolo en el municipio de Ilopango, pero cuando llegó la estaban esperando unos fulanos pandilleros quienes le quitaron el producto, pero la dejaron ir, no sin antes despojarla de su celular. Debido al incidente decidió renunciar y trabajar mejor de chofer de UBER, y, le agregué yo como último comentario, que además había desarrollado su propia marca de confites, a lo que me respondió de manera orgánica:

―Ah… sí, aunque eso ha sido hace poco.

De pronto, como era un viaje corto, ya estábamos frente a mi apartamento y dispuse a cancelarle, e hicimos cuentas…

―Veamos  ―me dijo―  fueron uno cincuenta del dulce de coco, más tres de las semillas de marañón, más, uno setenta y cinco del viaje; total, cinco veinticinco.

Me saqué un billete de 10 y se me quedó viendo, mientras buscaba vuelto, diciéndome:

―No me alcanza, solo tengo dos cincuenta, pero tengo sándwiches, a uno veinticinco cada uno ―ofreciéndome dos―, hay de pollo y de jamón con queso.

―Deme tres mejor, y el resto es su propina.

Ella sonrió, dejando ver un tremendo camanance en el cachete izquierdo, a lo que seguido se despidió dándome las gracias.

Tomé uno de los sándwiches y se lo di al vigilante que nos esperaba, y le dije a don Ovi:

―Ya tenemos para la merienda de mas tarde.


Eugenia

Era un viernes por la tarde, y decidimos ir con don Ovi al Teatro presidente a escuchar la Orquesta Sinfónica de El Salvador, acá en San Salvador, evento que comenzaría a la 7 pm. Procedimos entonces a pedir un servicio de UBER, por dicha aplicación.

A pesar de decidir movilizarnos una hora antes, nos costó que nos llegaran a traer, al parecer el asunto estaba saturado, al final llegó una jovencita menudita, muy seria y de pocas palabras, no obstante, como mi oficio puede más que el hermetismo de alguien, al cabo de algunas preguntas de amortiguamiento y un par de comentarios amistosos, la joven Eugenia comenzó a ser más suelta en sus acotaciones, después de todo el tráfico estaba pesado y lo que debería ser un viaje de unos 20 minutos terminó demorándose más de una hora.

A los pocos intercambios expresivos noté que su acento no era capitalino, por lo que le pregunté de dónde era, me afirmó categórica que era de San Salvador, pero como mi oído es agudo en ese aspecto le insistí que me parecía que no lo era, al ver mi insistencia me explicó que, sí, en efecto era sonsonateca pero vivía en Lourdes Colón (municipio del departamento de La Libertad), seguido me contó que solía trabajar en UBER los fines de semana en la capital porque le era más seguro y le dejaba más rédito que trabajar en los departamentos de La Libertad o Sonsonate.

Ya una vez en confianza y al notar que su servidor no era ningún tipo de acosador, decidió platicarme más de su vida y sus emprendimientos, me confesó que ella posee varios automóviles que los sub alquila para que otras personas los usen como UBER, aunque dejó de hacerlo, había sufrido hace pocos días un percance al respecto, lo alquiló pero el usuario se le había desaparecido, luego de localizarlo con el GPS y contactarlo se lo devolvió, y cuando lo hizo, a los pocos minutos la policía la interceptó en un operativo de las fuerzas especiales y le requisaron el auto que acaba de recibir, entonces los agentes al revisar el baúl pudieron ver vestigios de sangre humana, e inmediatamente la apresaron, y aun cuando el país está en régimen de excepción logró, por medio de unas amistades, salir librada del asunto.

Sin embargo, como los embotellamientos en la zona Rosa de la colonia San Benito estaban hasta el tope, Eugenia, la chica cohibida, me siguió platicando de las vicisitudes que le habían sucedido en la zona del Valle de Zapotitán, en el municipio de Lourdes Colón, donde suele trabajar.

Me contó que en cierta ocasión hace un año (antes del régimen de excepción), le solicitaron un viaje de noche a uno de esos municipios recónditos, a Jayaque, a un principio no sospechó nada ya que los pasajeros eran un niño y una señora de apariencia bastante humildes, no obstante, en la medida que se acercaba a su destino y que la carretera estaba cada vez más desolada notó que la señora y el niño se pusieron nerviosos, entonces comenzó a sospechar que algo pasaba.

Y en efecto, al dejar a sus pasajeros y emprender el retorno, a pocos metros ya estaban colocando una barricada unos pandilleros, a manera de un punto de asalto, entonces antes que atajaran por completo el camino ella aceleró e hizo como que atropellaría a uno de los fulanos, eso según sus palabras, evitó que les diera tiempo de reacción a los gambusinos para que le dispararan.

Cuenta la jovencita que era un manojo de nervios durante el regreso; la carretera sola, y ella recién librada de una clica pandilleros.

En lo personal, al escuchar semejante anécdota me quité el sombrero ante Eugenia por el coraje y valentía de seguir adelante ante las incidencias de su negocio, de repente por fin llegamos frente al Teatro Presidente media hora mas tarde de iniciada la función, por lo que le dije a la joven chofer que si me permitía ir a ver si aun tenían entradas, ni había dado cuatro pasos y el vigilante de la entrada del parqueo me confirmó que la taquilla ya estaba cerrada, regresé al automóvil y dispuse con don Ovidio cambiar los planes para esa noche, decidimos ir al restaurante donde solemos ir a comer los camarones empanizados, junto con una botella de ron y otras botanas, tomamos el mismo UBER de Eugenia, y con paciencia y mesura llegamos a nuestro nuevo destino mientras cruzábamos el saturado y luminoso San Salvador de fin de semana.


Alonso

Estábamos en la colonia Escalón con don Ovi, salíamos de una cita médica y solicitamos los servicios de movilización de UBER, era un jueves por la tarde y todo era normal, nos dirigíamos a nuestro apartamento.

Llegó así Alonso en un auto tipo “confort”, nos subimos y como siempre hice mis preguntas para romper el hielo y generar conversación.

Como la mayoría de choferes él era suelto en la palabra, aun así, guardó un minuto de silencio cuando le pregunté sobre qué pensaba del régimen de excepción del cual vivimos, a lo que me contestó, no sin antes dar un profundo suspiro:

―Mirá “chele”… ―me dijo, como en un tono de sinceramiento― lo que pasa es que uno no sabe con quién está hablando, la semana pasada me preguntó eso mismo una señora que iba a dejar ahí al centro de gobierno, de seguro era rojita del FMLN, porque me dijo casi de todo, solo ofenderme le faltó, me dijo que esto que estamos viviendo (el régimen de excepción) es el principio del fin, es el robo de nuestras libertades por lo que tanta gente murió en la guerra, me mandó a leer historia, mencionándome varios libros, porque me dijo que era un ignorante.

―Aunque me imagino que lo que ignora esa señora  ―continuo platicándome el chofer― es que antes del régimen de excepción yo no iba a traer o dejar a nadie a Soyapango, o ningunas otras zonas calientes de San Salvador, y ahora después de esta ley, la cosa es bien tranquila y ojalá que así lo mantengan.

―¿Usted cree que se acabaron a las maras?  ―le pregunté refiriéndome al fenómeno pandilleril.

―Naaa… para nada. Le voy a contar lo que me sucedió la semana pasada  ―de pronto noté que se desvió de la ruta, tomando una de esas calles alternas poco usuales, sin embargo, no le dije nada ya que no quería interrumpir su relato―  la otra noche fui a traer a un chamaco a la colonia Layco, y cuando lo vi nada sospeché porque estaba bien vestido, formal, hasta de camisa manga larga bien planchada. Me dijo que hiciera un poco para atrás el auto y que me parqueara porque íbamos a llevar también a unas amigas de él, esperé un minuto o dos, cuando de repente se subieron dos mujeres de la vida alegre, parecían prostitutas, luego él se subió en el asiento del copiloto y seguido se enrolló las mangas de la camisa, dejando ver un tatuaje de un 1 en el antebrazo izquierdo, y en el del otro, un 8. Me dijo que no me preocupara, nada mas que le hiciera caso, “mirá perro… ves aquel, el de la moto allí adelante”, señalando a la siguiente esquina, le dije que sí, “seguilo, y no importa por donde te marque la aplicación, vos hite atrás de él, ese es mi seguridad, y no lo llevés tan pegado, dale una cuadra de distancia por lo menos”.

Me siguió contando Alonso que a un principio se asustó, pero el mismo fulano le insistió que no se pusiera nervioso, que nada le iba a pasar. Lo único que le pidió el DUI y le tomó foto, y además, cuando vio un encendedor de metal que tenía en uno de los compartimientos cerca de la palanca de velocidades, lo tomó, y se lo guardó en la bolsa de la camisa, me dijo Alonso que era un suvenir que le había regalado su hermano quien vive en Houston Texas.

Luego me confesó que había ido a dejar al pandillero a una mansión (a la que preferí no preguntar su ubicación). Al final, me dice que le pagó con un billete de 10 dólares y, al entregárselo, le dijo que guardara el cambio.

A preguntarle otros detalles iba, cuando de repente ya estábamos frente a mi apartamento, me bajé junto con mi papá, don Ovi, y le pagué, y como siempre me aseguré de dejarle al menos un dólar más para su propina, pues… por si no saben, UBER, les descuenta casi el 40 % de la tarifa a estos jóvenes emprendedores que se arriesgan día a día.

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21/9/22

La libre determinación de los pueblos

La libre determinación de los pueblos

Este es un principio universal de paz muy bien conocido y antiguo, quizás es contemporáneo en su concepto jurídico, pero es en verdad muy… pero muy antiguo en su esencia.

Imagínense, ¿cuántas guerras o cuántos males se hubiesen evitado si los poderes fácticos dejasen que los pueblos eligiesen sus destinos?, ¿cuántas amenazas serían dirimidas por la vía pacífica si el principio de la autodeterminación de los pueblos no fuese letra muerta para las potencias mundiales?

No les miento, el derecho a la libre determinación de los pueblos es uno de los asuntos más tratados a nivel jurídico y extensos en la política internacional, les podría referir desde la mismísima carta fundacional de las Naciones Unidas en 1945, o bien, la Convención de Viena en 1969, o el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en 1966, y un nutrido número de resoluciones de promoción de orden y paz aprobadas en el seno de las asambleas generales de las Naciones Unidas, así como cantidades de tratados internacionales de la UNESCO, OIT, ACNUR, etcétera, etcétera, etcétera…

Sin embargo, henos acá al vilo de otro conflicto a nivel global, con las ojivas nucleares apuntando de un lugar a otro. Y todo por qué… por la maraña jurídica e ideológica de no saber respetar e interpretar el principio de la libre determinación de los pueblos.

Taiwán queriendo su independencia y China negándosela, Ucrania queriendo mejores niveles de seguridad y Rusia la amenaza, el Sahara Occidental queriendo ser libre y Marruecos la invade; y así un sin número de impases que podrían resolverse de una manera fácil y pacifica con el principio de preguntarle a los pueblos, a la gente, qué es lo que quieren.

Algunos conflictos más desgarradores o amenazantes que otros, pero en esencia es lo mismo; Cataluña pretende ser independiente de España, Escocia e Irlanda de Inglaterra, Quebec de Canadá, pero en la medida que se respete la voluntad de los ciudadanos en esa medida se agravan o se disipan los conflictos, así de fácil…

La Republica Checa y Eslovaquia se separaron en 1993, y así dejó de existir un Estado llamado Checoslovaquia, ahora hay dos países independientes uno del otro y no se disparó ni una sola bala.

La libre determinación de los pueblos implica que las potencias no intervengan en los conflictos internos de los países. ¿Cuánto nos hubiéramos ahorrado los latinoamericanos si la Internacional Socialista o las potencias occidentales no hubiesen metido sus sucias garras en nuestros asuntos civiles durante la guerra fría?

Cuánta contaminación ideológica, cuánto intervencionismo en nombre de la justicia social.

Qué tal si proponemos ir de menos a más… es decir, qué tal si en el istmo americano les devolvemos las tierras y las autonomías a los pueblos originarios, y una vez hecho eso, qué tal si los pueblos centroamericanos formasen una unión política y jurídica, ¿acaso no es ese el deseo intrínseco de estos pueblos en esta región del mundo que la historia tanto ha vilipendiado?

maxherrador.com

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11/9/22

Integración centroamericana, escrito publicado en 2010

Integración centroamericana 

A continuación, presentamos un reportaje sobre la integración centroamericana, publicado en el año 2010. Hacemos un análisis desde una perspectiva histórica desarrollando temas propios de cada país, en la coyuntura de finales de la primera década del siglo XXI. También ofrecemos al lector una entrevista con un Ex Diputado del PARLACEN, a fin de comprender las problemáticas que han dificultado la unión centroamericana.

El objeto es buscar una nueva narrativa encaminadas a eliminar las brechas que impiden la integración entre las naciones de la América Central.

De la utopía a la realidad

A lo largo de la historia centroamericana vemos un sin número de invasores: Españoles, mexicanos, ingleses, y por supuesto, estadounidenses; todos con un mismo común denominador, cuando pasan por nuestro territorio todos ellos están en plena expansión de sus poderes ya sea imperiales, económicos, geopolíticos, según al gusto del lector.

Las pequeñas repúblicas centroamericanas siempre son presa fácil y terminan siendo a lo largo de la historia una mera escalinata de los potencias en expansión, esto no ha cambiado con los años, la única diferencia es que en la actualidad los nuevos invasores conllevan nuevas formas; sin embargo, en esencia vienen siendo lo mismo, del filibustero William WalkerPosada Carriles, de caudillos como Agustín de Iturbide a personajes como Hugo Chávez, hemos visto empresas bananeras con gran influencia en las sociedades hondureñas y guatemalteca, así como actualmente lo son los grandes consorcios financieros.

Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, tenemos más similitudes que diferencias. Los que hemos recorrido Centroamérica lo sabemos inequívocos, aun cuando los poderes locales de cada país y algunas élites dominantes no les convenga.

Cuando viajamos a lo largo de istmo nos damos cuenta que tenemos una característica en común que nos une como un solo pueblo centroamericano, y no es exactamente el idioma, el vestido o la forma de bailar, la realidad es que todos los pobladores de Centroamérica somos multiculturales y tolerantes, pueblos con vocación de paz, hospitalarios y trabajadores, con grandes recursos naturales, con un territorio rico y fértil. Esto último hace que nuestra cultura, desde la originaria hasta la actual, sea por naturaleza amante y permeable al amor a la madre tierra y ecologista. 

No obstante, así divididos como estamos somos países pequeños, comparados con nuestros vecinos del norte y del sur, siendo esa la principal debilidad de las siete repúblicas centroamericanas.

Divide y vencerás, reza un proverbio de 
Nicolás Maquiavelo el primer politólogo académico de la historia. Al parecer Centroamérica nació como una república ya vencida, una historia que ya deberíamos haber superado a casi 200 años de nuestras soberanías; más sin embargo, queremos hacer surgir nuestra cultura a partir de visiones individuales de mini países, sin vislumbrar una verdadera sociedad y cultura centroamericana, rica y diversa.

Los organismos como el 
PARLACENSICACSUCA, no son suficiente para la integración, tenemos por desgracia una élite política sin voluntad real que no permite tal paso fundamental al desarrollo, son los pocos que generalmente se benefician con las regalías de los grandes poderes mundiales en turno, a quienes les interesa que sigamos segregados, estas potencias suelen llamarlas ellos como, “socios estratégicos”.

Deberíamos abrir nuestra mente y nuestra cultura, en una práctica sana en la naciente democracia Centroamericana. Es necesario ensayar hacia nuevas formas de vernos entre co-nacionales, o bien, entre Estados hermanos. 

Veámoslo de una sola vez, de lo simple a lo complejo; por ejemplo, tener selecciones deportivas centroamericanas compitiendo en el concierto mundial... a ver cómo nos va. También, festivales artísticos de la diversidad cultural centroamericana de seguro habría mucho que mostrar.

Después podríamos aspirar a los pasos más complejos como el surgimiento de una moneda común del istmo, o la integración total arancelaria, la eliminación de fronteras, la emisión de un solo pasaporte, o bien, la integración jurídica de los derechos ciudadanos, es decir, una sola ciudadanía centroamericana.Sin duda, hay que ganar primero la voluntad política, eso es el primer paso. Las coyunturas como la que vive ahora Honduras y la ola de violencia que embate a hondureños, guatemaltecos y salvadoreños, deberían de ser oportunidades relevantes para hacer sentir estos valores, ya que de ser un Estado integrado estos males no podrían golpearnos con tal magnitud, porque sus condiciones de origen fueran minimizadas por el desarrollo de una sociedad y cultura más fuerte, tanto en el sentido jurídico institucional como en el social. 

La historia siempre nos deja una moraleja

Al momento de la independencia de España en 1821 las provincias centroamericanas (Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica) pasaron a formar la Federación de Repúblicas Centroamericanas, con su propia constitución, escudo y moneda. 

Inmediatamente México quiso hacerse de los territorios centroamericanos ocupando las ciudades de Guatemala y San Salvador; Inglaterra afianzó aún más sus territorios en la Mosquitia (atlántico nicaragüense), Belice y el atlántico hondureño; y Estados Unidos se interesó expresamente en el territorio para un canal interoceánico ya sea en Nicaragua o en Panamá.

Así funcionaron las cosas durante el periodo post independencia, no obstante las disputas entre las élites criollas terminaron por fragmentar a la naciente república, en estos conflictos secesionistas a mediados del siglo XIX indudablemente intervinieron a favor de los separatistas los gobiernos de Estados Unidos, Inglaterra y el poder de la Iglesia Católica, sobre todo porque en esa época recién la habían despojado de sus poderes monásquicos, tanto en la educación del pueblo y los poderes administrativos de los ejidos.

Las élites criollas a las alturas de 1840 estaban divididas entre
liberales y conservadores, un equivalente a lo que hoy consideraríamos “ultra derecha” y “centro derecha”, sus diferencias estribaban en la forma de hacer gobierno, unos creían en la conservación de los buenos valores para motivar cambios certeros, y los otros (liberales) en el surgimiento de nuevos conceptos ciudadanos, importados de la revolución francesa (libertad, fraternidad e igualdad).

Sin embargo, ambos esquemas en la práctica eran excluyentes y las disputas viscerales entre ellos terminaron por echar al traste la unidad centroamericana.

Rafael Carrera un caudillo de a mediados del siglo XIX, apoyado por la Iglesia Católica y los conservadores guatemaltecos, terminó por darle la estocada final a la visión de una Centroamérica unida. Este caudillo en 1939 venció en batalla al general hondureño Francisco Morazán y separó Guatemala como principal provincia de la Federación Centroamericana.

Después de esta separación existieron otros intentos a finales del siglo XIX y luego los últimos a principios del siglo XX, todos fracasaron; sin embargo, se mantiene el anhelo de todos los ciudadanos centroamericanos, que es ver el territorio sin fronteras políticas.

El PARLACEN es quizá la última esperanza de integración que ha surgido, pero no fructifica la iniciativa, a los políticos en general no les parece la idea, perderían margen de maniobra al negociar prebendas con las potencias mundiales a costa de los intereses comunes de una Centroamérica unida.

A lo largo de las décadas se han encargado de continuar dividiéndonos fomentando el individualismo entre los Estados de la región, fingiendo que tenemos culturas e idiosincrasias diferentes, por tal razón según esta narrativa Centroamérica no puede ser un solo pueblo. 

Los que escriben artículos como éste o, los que aún hablan de una integración centroamericana al estilo unión federativa o de Estados, solo pueden ser unos locos utópicos que no viven en la realidad, cuando la realidad solo es una: "Se encargaron de dividirnos con el objeto de mantenernos dominados, ya que así es más fácil tener poder sobre cada país".

Ahora en el siglo XXI se pueden inyectar nuevas fortalezas a la integración centroamericana, se puede empezar con los medios de comunicación, estos espacios nos permiten intercambiar más fácil las ideas, entusiasmando a las masas al fomento de los valores integracionistas, después de todo son los ciudadanos centroamericanos quienes tienen que exigir la visión de una unión, presionando a la clase política a tener un discurso integracionista, y no solo del diente al labio.

A lo largo de los años la historia nos ha inculcado que la realidad actual en la región es una: Somos pueblos “en vías de desarrollo o subdesarrollados”; al final, nos dimos cuenta que los tales valores conservadores no tuvieron utilidad para llegar al desarrollo como nos lo vaticinaron a lo largo de la historia y, el modelo liberal del siglo XIX también fracasó, ambos fueron excluyentes de la diversidad cultural florida del istmo, queriendo homogenizar en pro de la “civilización” una sola cultura criolla con características excluyentes, siendo esto un error histórico ya que el respeto fundamental y la tolerancia son el único pasaje a la paz y el desarrollo.

La política de la inclusión social y el multiculturalismo debe ser nuestro futuro, siendo valores fundamentales en el camino a la integración Centroamérica, así como el respeto al medio ambiente, valor intrínseco cultural que data desde los pueblos originarios del istmo.

Panamá

Panamá el último abordo a la canasta centroamericana, se declaró independiente de Colombia a principios del siglo XX y tiene una historia particular.

Los panameños ganaron su soberanía en 1903 ya que eran parte de Colombia, pero estaban separados por una zona selvática altamente densa (territorios del Darién), esto provocó un aislamiento y cierto olvido de Bogotá hacia uno de sus territorios, Panamá.

Sin embargo, Estados Unidos siempre contempló en sus planes un canal entre los océanos pacífico y atlántico, cuyo lugar finalmente escogido fue el territorio medio de Panamá entre el lago Gatún y la bahía contigua al puerto tradicional de la ciudad de Panamá en la costa pacífica. Después de todo, esta ruta ya era explotada a través de un paso ferroviario que en su época era un alto logro de la ingeniería del siglo XIX, por lo tanto, ya tenían una infraestructura montada.

El día 3 noviembre de 1903 cuando los principales caudillos locales declararon la soberanía panameña sobre Colombia, el gobierno estadounidense hizo un cerco marítimo protector a cualquier invasión para que el gobierno local (panameños) tomara “libremente” la decisión “soberana” de concesionar la zona del canal para la construcción del mismo a los Estados Unidos de América.

Luego de una sufrida construcción del canal interoceánico en el año de 1914 sus esclusas estuvieron listas para los barcos, con un considerable costo económico y un sin número de muertes y explotación de miles de trabajadores, en su gran mayoría, de todas las repúblicas centroamericanas. La diferencia de recursos fue injusta los millones invertidos en la construcción se recuperaron con el negocio marítimo, sin embargo, el costo de vidas humanas jamás se redimirá.

Luego con el tratado Torrijos-Carter en 1977, se reivindicó la mal trecheada historia panameña, se iniciaba así todo un proceso de reversión del canal interoceánico y sus territorios colindantes, regresaría la soberanía de la Zona del Canal a los panameños.

Todo empezó cuando unos estudiantes de secundaria subieron a la cima del cerro Ancón (en la Zona del Canal) y sustituyeron la bandera estadounidense por la panameña, al acto fueron acribillados por los marines norteamericanos, tal hecho indignó a la opinión pública local y la escalada de violencia fue inminente, lo que aprovechó hábilmente por el general Omar Torrijos presidente en turno de Panamá para revertir el canal a los panameños, con el célebre tratado Torrijos-Carter.

“Casualmente” el general Torrijos tubo un accidente en avión pocos años después de firmar el tratado con el presidente Carter, dicho accidente nunca fue esclarecido.

Al final, a pesar de muchas dificultades, enmiendas parlamentarias y una invasión directa del ejército estadounidense en 1989 a Panamá, el canal fue del Estado panameño en el año 2000.

Panamá es la combinación perfecta entre la alegre y colorida cultura caribeña y las sociedades criollas clásicas de Latinoamérica, obviamente tiene diferencias historias con los demás países del istmo lo que ha de tomar en cuenta el actual presidente conservador panameño Ricardo Martinelli al retirar sus diputados del parlamento centroamericano.

Lo que sin duda no toma en cuenta el mandatario panameño es que al igual que todos los países centroamericanos a lo largo de nuestra historia hemos sido utilizados al antojo de las potencias mundiales figurando fácilmente entre sus colonias territoriales o económicas, ya que por muy canal que posean nunca podrían competir con las potencias emergentes y menos con las ya establecidas.

Honduras un pulso de poderes

En honduras el 28 de junio del 2009, sucedió lo impensable en el siglo XXI, hubo un golpe de Estado o lo que otros llaman una sucesión constitucional, aunque se me hace difícil creer que en alguna parte de la constitución hondureña justifique que el ejército irrumpa en la residencia presidencial para sacar a la fuerza a un presidente electo y enviarlo al exilio en avión; sin embargo, esto nos recuerda un viejo resabio que casi habíamos olvidado: “Centroamérica es el lugar donde todo en política es posible”, pero en fin… no queremos que esto despierte más pasiones discursivas, NO es el punto de este escrito.

Lo que es relevante, es que en la actualidad hondurareña solo existen dos bandos “los buenos y los malos”, los que apoyan al depuesto presidente Zelaya dicen que los que avalan el golpe de Estado son los malos y a su vez éstos dicen lo contrario, que ellos son los buenos y los zelayistas son los malos.

Para unos el bando de los buenos es quienes apoyan los lamentos de Manuel Zelaya y las denuncias de la ONU, junto a, Argentina de los Kirchner, Venezuela de Chávez y Ecuador de Correa, siendo la razón inequívoca de porque no hay que bajar la guardia ya que las fuerzas fácticas “fascistas”, aún están latentes en nuestras sociedades latinoamericanas…

Desde la sociedad civil los discursos polarizados y extremistas ya nos tienen hartos, y el sentir solo es uno: “Los centroamericanos vemos el dolor de los hondureños como cuando nuestro hermano se cae en el pavimento y llega a casa reventado con raspones en los codos y las rodillas, es decir, tenemos un conflicto social en la región que nos afecta y conmueve a todos”.

El proceso social hondureño no deja de ser un sainete de una república bananera, no obstante es una carga muy pesada como para dejarlos a ellos solos, debemos como hermanos ayudarles a curar sus heridas, llevan una carga histórica injusta a la cual su familia los debe acuerpar, no es culpa de los hondureños que hayan tenido una costa atlántica tan rica y tan extensa como para que los imperios ingleses y estadounidenses la intenten usurpar a lo largo de los años, dejando su huella financiera hasta este siglo XXI, como las transnacionales bananeras que actualmente existen, o como, la base militar estadounidense de Palmerola en Comayagua; siendo estos referentes fehacientes de esos intereses.

O bien, el escándalo Irán Contras, donde los organismos de inteligencia estadounidense utilizaron el narcotráfico para financiar al grupo insurgente conocido como “Las Contras”, y justo dándose dicha operación en el territorio hondureño.

No es culpa de los hondureños que un poder emergente como la Venezuela de Hugo Chávez con su iniciativa del ALBA, intenten acuñar o desafiar los tradicionales intereses norteamericanos en este país.

Finalmente, Brasil entra a la escena uniendo fuerzas con Venezuela, algo que para los que llevamos el hilo secuencial de la historia reciente del cono sur no nos sorprende, otro pulso de fuerza que el Gobierno de Brasilia hace contra Washington. 


El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya entró en secreto al país del que fue expulsado, siendo acogido en la embajada de Brasil. Luego de meses de la crisis política Zelaya abandona el país cuando Porfirio Lobo el nuevo presidente electo le da un salvoconducto para su salida.

Bien por ellos (Venezuela y Brasil) que pueden pulsar sus fuerzas con el imperio estadounidense, lo malo es que los hondureños pagan las consecuencias por los platos rotos que esto conlleva y el resultado es el debilitamiento de la democracia, no solo hondureña, sino también de toda la región, es decir, unas elecciones que fueron convocadas por un gobierno “de facto”, tuvieron como resultado una convocatoria débil y seriamente cuestionada, (colegas periodistas corresponsales de prensa de medios salvadoreños me dijeron claramente que las elecciones fueron un rotundo fracaso por el ausentismo, más sus jefes editores publicaron lo contrario manipulando como siempre las imágenes, algo que no cuesta creer).

Finalmente, ¿quién tiene la razón?... eso es lo de menos, la democracia y las formas pacíficas de convivencia son los que pierden, y en conclusión podemos decir que tanto los del sur como los del norte tomaron la débil Honduras como su mesa para pulsar sus fuerzas y echar sus apuestas. Ahora una vez más pregunto ¿Esto podría ser posible si Centroamérica fuera una sola?

 El Salvador, Honduras y Guatemala víctimas de la exclusión

Fotografía Ulises Rodríguez

¿Cómo llegamos a esto? Tanto las sociedades, guatemalteca, hondureña, como la salvadoreña sufrimos en gran escala los males de las pandillas, conocidas como “maras”, ellos trafican con drogas, asesinan, extorsionan y ejecutan secuestros, evolucionando en los últimos años a grupos organizados del crimen a gran escala.

Algunos activistas sociales los defienden argumentando que muchos jóvenes se ven identificados con estos grupos y se integran a ellos, ya que son excluidos de sus propias familias, grupos sociales y educativos, pero sobre todo por la falta de oportunidades y valores.

No terminaríamos de argumentar si quisiéramos ver justificaciones, tampoco terminaríamos de debatir si quisiéramos polemizar con qué enfoque deberíamos tratar el tema. Les invito a googlear la referencia “la vida loca, documental de Christian Poveda”, ya que es un material muy profesional en su enfoque periodístico, el cual describe el fenómeno de forma amplia e imparcial. Dicho sea de paso, Christian fue asesinado por producir ese documental, pero esa es otra historia.

Lo cierto es que en los tres países la exclusión social es el producto de los errores políticos de los gobiernos pasados; conservadores y liberales. No solo llevaron a la división de la república centroamericana, sino, además intentaron imponer su punto “occidental y civilizador” como se hacían justificar, excluyendo a lo largo de la historia a grandes masas indígenas, afrodescendientes y ladinas, sin oportunidades reales de desarrollo.

En esencia los sistemas a lo largo de la historia están diseñados para que la educación, banca financiera y fuentes de empleo, sean exclusivas para los que se apeguen a estas visiones de ciudadanos.

Lo demás es historia, las migraciones masivas por faltas de oportunidades a Estados Unidos, y luego, las deportaciones como fenómenos sociales complementarios al problema de las pandillas. Por desgracia no existe claridad aun al abordar la problemática, no se escucha en los discursos políticos los valores de integración e inclusión, integración no solo de los Estados para tener más solidez al abordar esta macro problemática, también integración de la diversidad cultural, lo que nos lleva a la inclusión de todos los actores sociales al desarrollo, es decir, facilidad para todas las personas de educación (de todo nivel educativo), salud, oportunidades de créditos justos, energía y tecnologías más accesibles.

En fin, puede que tengamos ya una generación pérdida y hemos llegado a un nivel en donde la rehabilitación de muchos pandilleros es imposible, por lo tanto, lo que aplica es un régimen carcelario severo o la aplicación de medidas extremas. Son sin duda decisiones difíciles que tienen que tomar los líderes por los errores del pasado. Pero tampoco vemos los signos como para afirmar, “este es el final del túnel”. Las exclusiones sociales están latentes y a flor de piel, por lo que no vemos claridad en la solución de la problemática.

Lo cierto es que, si no trabajamos por las nuevas generaciones, bajo una visión diferente de Estado no podremos romper la espiral de violencia, y si la sociedad sigue en el mismo caos en el que nos encontramos, iremos viendo fenómenos de involución social cada vez más graves.

Las nuevas generaciones merecen mejores liderazgos que los que tenemos hoy en día, ya que los actuales solo nos han llevado por el camino de la exclusión y el caos.

Ahora tenemos un nuevo eslogan en casa presidencial en El Salvador, “Unir, Crecer, Incluir”, a medio año de ser presidente Mauricio Funes parece ser que esto es solo letra muerta, hay que esperar resultados más contundentes para ver si la tal inclusión es cierta.

En conclusión, si las condiciones sociales y políticas no cambian en Guatemala, Honduras y El Salvador, las pandillas seguirán existiendo porque tendrán una razón de ser.

Entrevista a Alfredo Pineda Saca, ex diputado del PARLACEN

Alfredo Pineda Saca es licenciado en Relaciones Internacionales, fue Secretario del Parlamento Centroamericano en el período 1998-1999. En la actualidad es catedrático de la Universidad de El Salvador en la Escuela de Relaciones Internacionales.

¿Cómo nace el PARLACEN?


¿Porqué Costa Rica no pertenece al PARLACEN?


¿Usted como ex diputado del PARLACEN cree que las razones que da Panamá para su separación son válidas?

¿Qué piensa de la integración Costa Rica - Panamá?

Finalmente ¿Cuál cree que sería el camino a una integración de Estados para Centroamérica?

Nota: Se le agradece a la secretaria de comunicaciones de la UES, por facilitarnos el personal y equipo técnico para realizar esta entrevista interactiva.


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