6/5/20

Queremos la verdad, COVID 19

Queremos la verdad
COVID 19

Cuando un avión civil se desploma del cielo ya sea por accidente o por sabotaje existe una investigación exhaustiva para determinar el origen del siniestro, con el objeto de que no se vuelva a repetir y para que paguen los responsables si acaso los hay.

El hermetismo característico del gobierno chino ha generado un sinnúmero de especulaciones sobre el origen de la pandemia COVID 19; unas van desde razones conspirativas y otras hablan de un accidente de laboratorio.


Ante la falta de información oficial el ruido comunicativo es enorme, a un principio se habló de un señor que hizo una sopa de un murciélago gigante y de ahí en adelante el virus mutó al ser humano. Pero la verdad es que a ciencia cierta nadie lo sabe porque no ha sido investigado por ningún organismo independiente o apolítico.

China tiene una larga tradición de hermetismo y represión. Si yo fuera chino y viviera en Beijín (por ejemplo) este artículo no pudiera ser publicado, sufriría sin duda alguna forma represiva tanto mi persona como la plataforma que lo difundiera.

No por gusto china ocupa el lugar número 177 de 180 países, en la clasificación 2020 sobre libertad de prensa a nivel mundial, según informe de la organización de reporteros sin fronteras.

Con todo lo anterior no estoy afirmando que el gobierno chino haya esparcido el virus en forma deliberada, lo que quiero decir es que el mundo, la humanidad, tiene derecho a dudar a partir de los antecedentes de sus políticas poco transparentes y represivas.

El doctor Anthony Fausi principal epidemiólogo de la Casa Blanca a diferencia de su jefe Donald Trump no cree que el gobierno chino fabricase un virus para luego esparcirlo.

No obstante el nivel de desinformación es preocupante al respecto y el gobierno chino no aporta al esclarecimiento, lejos de eso, contraataca sugiriendo una serie de rumores donde ellos son víctimas; como que el virus surgió en Italia, o que fue al revés, el gobierno de EEUU lo implantó en la ciudad de Wuhan.

La OMS, organización mundial de la salud, perdió credibilidad a partir de su tardía reacción al alertar al mundo sobre la pandemia y la poca presión ante el gobierno chino para buscar el verdadero origen del virus.

No dudo que China tenga especiales reservas ante las potencias occidentales, sus razones justificadas tendrá. Inglaterra, Francia, España, Holanda, Portugal y EEUU han sido países colonizadores en Asia oriental y no creo que merezcan una pizca de confianza; está bien eso se entiende, pero ¿qué hay del resto de mundo?

Creo que merecemos respeto y transparencia del gobierno Chino, ya que después de todo el número de muertes llegará a cifras millonarias.

Por lo tanto, es necesario que ingrese a China una comisión científica independiente (a la OMS)  para que determine el origen de esta pandemia, con el objeto de que no se vuelva a repetir y que paguen los responsables si los hubiesen; de lo contrario el régimen chino le está diciendo al mundo en forma tácita y arrogante: “no nos interesa lo que crea la humanidad de nosotros, somos China la primera potencia que dominará al mundo… ¿y qué?”.



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