2/4/14

Carta abierta al Doctor Norman Quijano


Don Norman un gusto saludarlo
Texto y fotos: Max Herrador

Le escribo como un ciudadano común y corriente, desde la llanura. Soy periodista independiente, ni de izquierda ni de derecha, me autodenomino humanista amante del desarrollo social, valoro el trabajo de las personas como el principal recurso de la producción, incluso aun más que el dinero.

Hago la aclaración porque la experiencia me ha llevado a ver a muchas personas buenas, comprometidas y progresistas tanto de derecha como de izquierda, así como me he dado cuenta de personas malas y corruptas, que desvaloran el trabajo de sus semejantes siendo explotadores y vividores de la plusvalía, tanto de izquierda como de derecha.

Recuerdo que allá por los finales la década de los noventa, cuando aún era universitario, llegaba al INDES a ver a una mi novia piernuda que tenía, ella entrenaba vóleibol en el Palacio de los Deportes, allí lo vi a usted por primera vez con su bigotón de personaje de película de vaqueros, era entonces el presidente de dicha federación deportiva, siempre con su buen talante y presencia.

Luego lo veía en la televisión como uno de los diputados más raudos y agresivos de la bancada arenera, aunque no gusto ni comparto ese estilo lo respeto porque siempre me pareció una persona luchadora que viene de menos a más. Al parecer le funcionó esa conducta provocativa ya que a partir de ahí fue ascendiendo vertiginosamente su carrera política.


Como una opinión superlativa en esta epístola agrego mi desaprobación a la propaganda ofensiva, facinerosa y peyorativa en la comunicación política, ni de uno ni de otro partido.

Sé que para llegar a la alcaldía su principal obstáculo fue convencer a los de su mismo partido más que a los capitalinos. Su nominación para correr como candidato fue desestimada en el año 2005 por el COENA, a mi juicio craso error, en ese entonces corrió como candidato Rodrigo Samayoa por ARENA y en las elecciones en 2006 yo era fotoperiodista y cubrí como freelance la conferencia de prensa en la sede de su partido donde aceptaron la derrota por 44 votos. Don Rodrigo exhalaba alcohol hasta por los poros y pensé: - Gracias a dios este señor no ganó las elecciones no me parecía honesto ni ético. Creo que la historia confirma mi reflexión y el error de ARENA en no escogerlo a usted en ese momento.

A principios del 2008 supe que por fin ganó la nominación y fue oficialmente el candidato a alcalde por San Salvador por el partido tricolor. En el 2009 se convirtió en el edil capitalino aun cuando las encuestas lo situaban como perdedor usted hábilmente se impuso arrebatándole la alcaldía mayor al FMLN después de 12 años en el poder, aun que se consideraba la capital como un bastión electoral de la izquierda salvadoreña, cinco años más tarde usted ha revertido esta percepción.

Si sus detractores tanto internos como externos no reconocen su liderazgo y sus capacidades como un buen esgrimista de la palabra estarían cometiendo un error político elemental.


Después de ganar holgadamente su segundo periodo como alcalde en el 2012 llegó a su techo como personaje de mayor aceptación, superó el 70 % de imagen favorable, no así como intención de voto; sin embargo, ARENA lo oficializó como candidato presidencial y fue ahí donde empezaron sus problemas.

No dudo que en este momento usted fuera el presidente electo de El Salvador sino hubiera escuchado tan malos consejos, sus asesores tuvieron dos grandes desatinos que fueron: el desalojo del centro capitalino en octubre de 2012, esto le redujo a casi la mitad su aceptación popular a nivel nacional y el otro fue no desmarcarse a tiempo de la imagen de su jefe de campaña el ex presidente Francisco Flores Pérez.

Con todo respeto desde mi punto de vista hubieron otras fallas, todas a raíz de tener malos asesores en comunicación política, cuando usted tuvo campañas propositivas ganó pero cuando usó la contra propaganda como instrumento de destrucción a sus oponentes perdió. Estos errores los pagó con creses tomando en cuenta que sólo 6 mil 700 votos aproximadamente lo separaron de ser el mandatario de El Salvador.


Aun cuando no logró los votos requeridos, sorprendió tanto a los antagónicos como a sus simpatizantes por el estrecho margen que lo separó del gane ya que las encuestas lo daban por perdedor por más de 10 puntos abajo del profesor Salvador Sánchez Cerén, por lo tanto desde la llanura le recomiendo asumir este proceso electoral con dignidad y humildad, usted no perdió pero tampoco ganó. Los expertos analistas políticos le llaman a estos resultados de la segunda vuelta como un empate técnico, pero las reglas del juego son claras y se gana en este país por un voto arriba del 50 % y ARENA no lo logró, al menos el 9 de marzo porque si las elecciones fueran hoy no dudo que el resultado fuera diferente.

Finalmente don Norman si lee los escrutinios entre líneas la gente le pide a la clase política en general que dejen de ser confrontativos y que sean más moderados, que trabajen juntos como salvadoreños no como enemigos. También le dicen que bajo su figura podría unir a la derecha por eso ejerza una sana oposición, en sus manos está la buena gobernabilidad del país, siendo propositivo y no destructivo, señalando con criterio los errores de la izquierda y no amenazando, su reto en esta nueva etapa de su carrera es ser conciliador sin dejar de ser liberal y nacionalista ideario fundamental de su partido.


En lo personal no le ofrezco ser su aliado pero si le extiendo la mano de amigo y salvadoreño común y corriente. Después de todo, los primeros son coyunturales y los segundos están siempre en las buenas y en las malas, aun cuando las ideas probablemente nos separen.