31/1/21

2021 un año pendular

2021 un año pendular

Para entender los acontecimientos actuales y medir el pulso global de la geopolítica hay que leer e interpretar la historia.

Uno de los caminos para hacerlo es estudiar en retrospectiva los momentos pendulares que han marcado el destino del mundo. Entonces para delimitar este escrito hablemos del siglo XX y del XXI.

Prefacio

Analizaremos en el siguiente ensayo la historia reciente, notaremos los sucesos de hace 100 años que se desencadenaron al final de la primera guerra mundial, e igual los acontecimientos después de la segunda guerra mundial, a su vez también hablaremos de los movimientos sociales de 1968, y para terminar es imposible no evocar el año de 1989, lo que muchos autores denominan como el fin de una era.

Luego de este análisis compaginaremos las últimas 3 décadas, desde el fin de la guerra fría hasta la actualidad, concluyendo con las proyecciones sociales de los años venideros.

El otro camino para discernir sobre el presente y el futuro mediato es tomar una bola de cristal, o bien, leer las cartas astrales, o confiar en el tarot y los profetas de las escrituras; pero eso mejor lo dejamos al mundo de las mitologías, los cuentos, las novelas y la ciencia ficción.

Por de pronto es mejor desempolvar los cuadernos de historia y ciencias sociales, en vez de fiarnos de las teorías conspirativas que evocan tantos cibernautas trasnochados.

Los sociólogos, economistas y politólogos, saben que a lo largo del tiempo hay años o periodos precisos cuando el rumbo de la humanidad toma giros determinantes llevándonos a ciertos momentos sociales cumbre, espacios cruciales donde la humanidad define valores trascendentales.

Este año 2021 o en esta coyuntura global que vivimos parece ser uno de esos lapsos del tiempo en los cuales se definirá el rumbo que tomará la sociedad a largo plazo en materia de: autodeterminación de los pueblos, medio ambiente, uso de los recursos energéticos, comercio justo; y por supuesto, valores humanos como la inclusión, el racismo y la equidad.

Los efectos del COVID-19 no solo han sacudido la economía y la política mundial, sino también, han penetrado en el pensamiento colectivo y en la reflexión de cada individuo. Han puesto a flor de piel temas tan importantes y fundamentales como la preservación de la especie y del planeta, así como temas prácticos como la relación entre mujeres y hombres, pobres y ricos, negros y blancos, comunistas y capitalistas, entre tanta segregación y divisiones que nuestras idiosincrasias han creado.

La pandemia como tal y los hechos que convulsionan a EEUU solo son signos de un periodo tumultuoso. El factor Donald Trump nada más es el detonante de un problema interno e inconcluso dentro de la sociedad norteamericana y también occidental.

Hace un siglo atrás

Hace 100 años comenzaba un periodo entre guerras mundiales donde un pueblo germano vencido ponía a cocer un caldo de resentimientos producto de una guerra mal finiquitada, el tratado de Versalles no fue el más justo para Alemania porque solo a ésta le tocó pagar todo el gasto de la guerra en concepto de indemnización, a pesar de que no fue la que inició el conflicto bélico después de todo.

Hace 100 años producto de la primera guerra mundial el poderoso Imperio Otomano menguaba, el Austro-Húngaro desaparecía, a su vez colapsaba la Rusia zarista dando paso a la consolidación de la URSS con el triunfo total de los bolcheviques sobre el ejército blanco.        

No creo que haya existido nación alguna que no fuese afectada por el nacimiento, desarrollo y desplome de la Unión Soviética. Y de igual forma a manera de paralelo podríamos afirmar que hace 100 años EEUU inició su repunte para ser la primera potencia mundial para finales del siglo XX.

En Latinoamérica hace 100 años se consolidaba la institucionalización de la revolución mexicana a través de una nueva constitución, hecho que influenciaría la modernidad del continente hispano hablante; y no menos importante en 1918 un movimiento juvenil en Argentina desencadenaría la Reforma de Córdoba, suceso que marcó el destino de las universidades públicas del continente y del mundo también, instituciones gestoras de grandes cambios políticos hasta la actualidad, produciéndose en esta provincia del cono sur el nacimiento de los denominados movimientos estudiantiles.

Todo esto sucedía bajo la sombra de la “gripe española”, la última gran pandemia antes de la que hoy en día sufrimos y conocemos como el COVID 19.

Sin duda han sucedido muchos eventos significativos que no mencionamos, pero consideramos que estos son los que nos llevan en una encíclica de acontecimientos hasta los días actuales.

1945

Luego en 1945 se dio otro punto de viraje en la historia con la derrota de los nazis y las naciones del eje, conformándose la ONU y el orden mundial actual a traves del Consejo de Seguridad, donde 5 potencias conservan inalienable su poder de veto. En este escenario comienza la carrera nuclear e inicia la guerra fría.   

Seguidamente sucede un hito único en el subcontinente indio con un proceso de descolonización muy peculiar. La India de la mano del Mahatma Gandhi se independizó de Gran Bretaña sin usar las armas ni métodos violentos, mucho menos una guerra. La resistencia pacífica e inteligente le demostró a las grandes potencias y al mundo en general que había surgido una nueva forma de oposición efectiva.

La India se independizó después de una larga presión y ante el debilitamiento del imperio británico, pero sobre todo por el desarrollo de nuevas formas de impresión más ágiles y de mayor fidelidad, por el uso de mejores tecnologías de señal abierta (brodcasting) y la profesionalización del periodismo con sus tres formas masivas de difusión (periódico, radio y televisión). El foto-periodismo profesional demostró ser desde su surgimiento durante la segunda guerra mundial un medio impresionista que influiría directamente a la opinión pública.

1968

En 1968 fue otro momento pendular en la historia, hablando bajo la premisa de que hay circunstancias justas donde se alinean los acontecimientos, conjugándose valores humanos como la autodeterminación de los pueblos, la libre expresión y las esperanzas de bienestar social.

En este año se manifiestan a luz pública una serie de movimientos sociales tan variados como; la revolución sexual, los defensores de los derechos civiles en EEUU contra el racismo, la descolonización de los imperios europeos de África, Oceanía y el oriente asiático, o el surgimiento del feminismo, o bien, los movimientos obreros y campesinos en pro de sus derechos laborales en Latinoamérica, logrando grandes avances en materia de reducción de la jornada de trabajo y el derecho a prestaciones, incluyendo la médica y las pensiones por vejez.

Después de los acontecimientos que influirían a la opinión mundial como la masacre en la plaza de Tlatelolco en la ciudad de México, los eventos llamados “el mayo francés” o “la primavera de Praga”, y los asesinatos en EEUU de Martin Luther King, Malcom “X” y Robert Kennedy; las generaciones siguientes a nivel mundial fueron marcadas por el sentimiento de la opresión, tanto brutal como el caso mexicano, sistemática y estratégica como la sufrida por los países europeos, o bien, la represión oprobia a través de magnicidios como en EEUU.

La mayoría de las protestas tenían un común denominador: Sus formas de lucha eran la resistencia inteligente y pacífica para forzar al mundo a ver (a través de mejores medios de comunicación) las contradicciones del sistema.

En otras palabras la URSS que pregonaba el bienestar de los pobres le echaba los tanques del Ejército Rojo al pueblo húngaro y al checoslovaco. Francia cuna de la izquierda, del libre pensamiento y de la igualdad entre las personas, sometía en tiranía colonial a Indochina (Vietnam), a Argelia y a otros países africanos, incluso, a sus mismos estudiantes de la universidad de la Sorbona y a su movimiento obrero también.

EEUU país que luchó en la segunda guerra mundial por la libertad y en contra de las ideas totalitarias y racistas de los nazis, mantenían en exclusión a sus propias comunidades afroamericanas, a través de un sistema legal e injusto.

EEUU a la cabeza de la ONU se comenzó a vender en esos años como el crisol de las libertades, no obstante en una clara contradicción segregaba abiertamente a millones de de sus ciudadanos por la simple razón de tener la tez de su piel oscura.

La afroamericana Rosa Parks es arrestada por negarse a ceder su asiento del autobús a una persona de piel blanca, EEUU 1968.

Fue entonces que en 1968 a nivel mundial la opinión pública, en especial la juventud, llegaron a un hartazgo de la guerra fría y de las injusticias de los sistemas establecidos, no tenía sentido ni razón vivir en zozobra bajo la sombra de una guerra nuclear y que el orden establecido mantuviese un sistema de leyes injustas.

A lo largo de diferentes movimientos sociales quedó claro que tanto el capitalismo como el comunismo eran dos formas tiránicas de dirigir al mundo, en ese momento a nivel general la juventud se reveló proponiendo cambios ante un poder hegemónico poderoso y unidireccional; sin embargo, los movimientos estudiantiles pedían  irredentos hacer realidad la utopía.

Pero a pesar de todo eso las voces gestoras a nivel mundial fueron acalladas y aplacadas de formas brutales, dando paso a la “contracultura” y el movimiento Hippie, en especial este último en Norteamérica; hasta que dos décadas después otra vez los jóvenes marcaron el rumbo de la geopolítica con nuevos movimientos masivos.

1989

Tras veinte años de represión de las potencias mundiales hacia sus mismos ciudadanos y oponiéndose a la auto determinación de diversos pueblos a lo largo y ancho del mundo, bajo la excusa del interés nacional (el de las potencias por supuesto), el destino de la humanidad toma un nuevo giro al caer el muro de Berlín en 1989 y el desmoronamiento de la Unión Soviética, tanto que dejó de existir un año después.

Al no haber una confrontación entre la URSS y “occidente” la geopolítica cambió y los países periféricos involucrados en la guerra fría vieron cambios drásticos en sus escenarios, unos se transformaron sin violencia como la hasta entonces Checoslovaquia, mientras que otros cayeron estrepitosos tal fuese un castillo de naipes como el régimen de Nicolae Ceauşescu en Rumanía. Pero también hubo unos un poco mas programados como la salida del dictador Augusto Pinochet en Chile.


De forma inevitable las presiones sociales encontraron las fisuras dentro de sus mismas coyunturas; en 1989 en China
en la plaza de Tiananmén el pueblo de manera espontánea mostró su descontento en forma pacífica ocupando esa plaza, pero el gobierno Chino hizo gala de su clásico autoritarismo reprimiendo de forma brutal el movimiento, quedando de nuevo en evidencia la contradicción de otro sistema económico político “exitoso”.

En Centroamérica los conflictos tendieron a mermar, no sin antes en El Salvador la guerrilla del FMLN lanzó una ofensiva a gran escala creando las condiciones para una salida de la guerra civil en forma negociada.

Durante este periodo a finales de los años 80 las dictaduras militares sucumbieron con excepción de la cubana. Alfredo Stroessner en Paraguay fue depuesto y en Brasil se realizaron elecciones libres después de casi 30 años. A los años siguientes los regímenes militares se fueron extinguiendo uno tras otro cayendo como fichas de dominó, casi todos financiados y sostenidos por EEUU o la URSS.

La década de los 90 y el siglo XXI

Durante estos últimos 30 años los surcos de la historia nos llevan a otro punto de inflexión. El fin de la guerra fría no significó la solución de los conflictos, las utopías aun continúan siendo vigentes porque los valores democráticos y humanos a nivel mundial no se reflejan en la realidad.

El día a día del ciudadano promedio a nivel global no mejoró y lejos de eso en la medida que se desenvuelve el curso de la historia el bienestar social desmejora, la crisis inmobiliaria de finales de la primera década del siglo XXI dejó expuesta a luz pública la demagogia y la impunidad de una clase política sumisa al sector financiero; e incluso en estos últimos 30 años, los derechos civiles ganados están tendiendo a menguar, los servicios médicos y los fondos de pensiones en muchos países han rayado en lo amoral y lo corrupto.

Nuevos ciclos de protestas resurgen con las mismas reivindicaciones de los anteriores, porque el problema en esencia sigue siendo el mismo: las sociedades o la gente del común se siente insegura y desconfiada, con incertidumbre, con la zozobra de no tener claridad de hacia dónde va el rumbo de la humanidad.

Está seriamente cuestionada la identidad de ser seres humanos, el sentido de pertenencia de los pueblos y su autodeterminación se ven eclipsados por el totalitarismo de nuevos liderazgos que lejos de buscar un paso evolutivo deciden no querer entender, no querer conciliar con la gente joven. Como resultado no pueden entender el porqué las turbas de estudiantes echan abajo las estatuas de los padres de la patria.

Así como hace medio siglo la juventud sentía que la humanidad estaba sentada al borde del apocalipsis nuclear, quizá en el punto más álgido de la guerra fría, revelándose y oponiéndose a todo lo establecido porque sentían que la herencia cultural no era buena, contra-culturizándose, desentendiéndose de gran cantidad de valores conductuales.

En la actualidad el mundo no pende de un botón nuclear pero si de un cambio climático provocado por nuestro “desarrollo”, por nuestros patrones de vida, por nuestros hábitos de consumo, por nuestros desechos sólidos, por un comercio injusto; llegando las nuevas generaciones a entender que todo es producto de los valores que los padres de la patria nos heredaron, siendo ellos esclavistas y latifundistas.

Sucediendo todo esto en paralelo con la revolución informática, entrando a la era de los datos, llegando la información de forma instantánea a la palma de la mano gracias al teléfono inteligente y las redes sociales, siendo así que millones de personas ven, escuchan y leen entre líneas una realidad latente.

Ahora Latinoamérica cuestiona seriamente los patrones básicos de la civilización, los señores colonizadores europeos son ahora desautorizados, la gente entiende que la versión de la historia que nos vendieron es falsa, porque ellos no fueron los civilizadores de los pueblos americanos.

Después de 500 años de sopetón esta generación asume que lo que en realidad sucedió fue que unos países invasores se instalaron con sus ejércitos de ocupación, empoderándose en tierras americanas una clase opresora de hidalgos y nobles saqueadores, ávidos de oro y plata, quienes esclavizaron y sometieron a un sin número de pueblos que tenían avances científicos y formas de vida complejas, cuyos legados fueron destruidos de forma brutal y sistemática.

Lo que se traduce hoy en día como el traslape de los grandes consorcios, siendo antes y después el mismo ADN de los dueños de esas fortunas irracionales, los que no les importa en absoluto si se inundan unas cuantas ciudades o regiones, dejando así a millones de damnificados por el sobrecalentamiento del planeta; a estos no les interesa si provocamos la extinción de miles de especies animales y vegetales, o si formamos continentes de plástico flotando a medio océano dañando de forma irreversible la vida marina y las corrientes oceánicas, a ellos no les importa en verdad si los bosques lluviosos se convierten en desiertos, porque después de todo aun tienen a Groenlandia o la Antártida para colonizar cuando allí sean tierras cálidas dentro de 50 o 100 años.

Por lo tanto la pregunta es: ¿Para qué usaremos la inteligencia artificial? ¿Qué haremos con la tecnología 5G? ¿La mecánica cuántica servirá para solucionar los problemas que no hemos resuelto como especie, o acelerará nuestra extinción? ¿Quiénes habitarán los edificios y casas de grafeno… los de un lado del muro o los del otro?

Las redes sociales y demás formas comunicativas en la web rompieron el monopolio informativo de las agencias de noticias, la manipulación de los medios ahora ya no es absoluta y las realidades ocultas ahora son expuestas al detalle como el caso de los archivos WikiLeaks o el caso de los papeles de Panamá.

Gracias a las redes sociales China no puede ocultar su represión al pueblo Uigure, además que tarde o temprano tendrá que explicar a la opinión pública mundial cómo nació en realidad el virus del COVID 19.

Hoy en día el mundo sigue siendo injusto y regímenes opresores continúan siendo financiados por los grandes capitales, tal como ha sucedido a lo largo de la historia, no obstante como siempre hay momentos cuando son expuestos a la luz global.

Hace 30 años surge una nueva amenaza, desde que se hizo famoso el caso de Pablo Escobar Gaviria el mundo vio en serio el poder del contrabando de narcóticos en detrimento de la humanidad, su influencia en las esferas políticas es predominante llegando a establecerse verdaderos “Narco-Estados”, los flujos financieros de sus réditos son tan grandes que manipular economías de países pequeño o emergentes no les es difícil.

La crisis moral de las élites impide el debate de la normalización de las sustancias psicotrópicas recreativas, lo que promueve directamente el narcotráfico y el mercado negro, los inmensos capitales mal habidos contaminan las economías limpias y distorsionan las fuerzas de la oferta y la demanda, así como hacen proliferar las mafias golpeando seriamente los tejidos sociales.

Las clases pobres de los países del triángulo del norte centroamericano y el norte de México son afectadas creándose éxodos masivos o migraciones desproporcionadas, al igual que el caso venezolano. Hay pueblos enteros que viven en sistemas perversos de precariedad o países que se ven amenazados con la destrucción de sus formas de vida y convivencia como el caso palestino o el tibetano.

Las monarquías como la Saudí desaparecen a sus opositores legitimando formas de Estados absolutos.

En EEUU resurgen los movimientos de supremacía blanca y el trumpismo parece haber llegado para quedarse, porque tal como la historia nos demuestra el país norteamericano no supera aun un problema ancestral que incuba desde sus cimientos.


Entonces en este punto de la historia solo es cuestión de tiempo para que redefinamos un nuevo orden mundial, un orden donde conceptualicemos de otra forma el dinero y el comercio, pero sobre todo redefinamos nuestras prioridades como especie, con especial énfasis en cambiar los patrones de consumo energético.

Más allá de cualquier pregón espiritual o religioso debemos cuestionarnos un panorama existencial: ¿Qué es lo que la humanidad está destinada a hacer en este planeta?

En fin, sin duda será pronto cuando los estamentos establecidos colapsen y un nuevo rumbo inicie, dependerá de la opinión pública y de cómo se desenvuelva en este año el entramado de las crisis que vivimos (médica, energética, climática, económica, política y ética). En corto tiempo sabremos si serán buenos derroteros los que nos esperan o caminaremos a un apocalipsis inminente.

En cualquier caso si me equivoco o exagero en esta conclusión no es en última instancia determinante, ya que después de todo he conocido un poco más de historia al hacer este escrito, y ustedes mis estimados conversas supongo que han aprendido un poco más de la línea del tiempo, al hacer una lectura alternativa de los últimos 100 años.

maxherrador.com

 

 

1 comentario:

  1. Muy interesante artículo. Es un poco extenso para ser entrada de un blog y al mismo tiempo es demasiado breve para todo lo que menciona. Saludos Max.

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