Quién soy
para decirles a los lectores por qué partido, diputada o alcalde votar o no,
quién soy para sugerir que anulen su voto. Soy nada más un periodista
independiente, micro empresario, consultor, y con mucha pasión, escritor. Sin
embargo, les comparto mi análisis a las puertas de estas elecciones de
parlamento y gobiernos municipales, y por supuesto, de cara a las presidenciales
del próximo año.
La campaña
del voto nulo fue promovida por el joven alcalde capitalino Nayib Bukele y sus
seguidores (aunque después se retractó a principios de febrero).
El FMLN el
partido de gobierno está desgastado al mantener el poder ejecutivo por dos
periodos, si bien es cierto se percibe como un gobierno más humano que los
anteriores de ARENA, aun no logra avanzar en los problemas significativos de la
gente, en especial la inseguridad y la zozobra que esto genera. Los índices
económicos no despuntan y el combate a la corrupción no convence a la opinión
pública.
La
militancia del FMLN que solía ser aguerrida y luchadora pasó a estar en menos
de cuatro años en franca desmotivación, no es un secreto que el mismo voto duro
del partido de izquierda está entredicho, es decir, si no logran los 850 mil
votos en estas elecciones (que es lo que se calcula este segmento de votantes)
estarán en serios problemas para las elecciones presidenciales de 2019.
ARENA a
pesar de no aumentar su caudal de votos en las últimas elecciones, ni los
porcentajes de preferencias en los sondeos de opinión, su discurso político es
el mismo con el que han perdido comicios en la última década, no es propositivo
como oposición, es cosmético y el público no termina de encantarse con sus
candidatos con perfiles de empresarios, que en el fondo no reflejan sinceridad,
en resumidas cuentas es más de lo mismo.
Sin embargo,
a la derecha salvadoreña se le abre un amplio margen para ganar, no solo la
alcaldía capitalina, sino, la misma presidencia de la república para el
siguiente año; pero eso dependerá de cuanto esté dividida la izquierda, y además,
si la nueva tercera fuerza política (Nayib Bukele) sea capaz de arrebatarle votos
que tradicionalmente les pertenecen.
Nuevas Ideas
es el movimiento del Alcalde que desafía a la establecida clase política que
por usanza ha manejado la cosa pública, la cual cae en un espiral de descrédito
cada vez mayor. Según el sondeo de opinión del IUDOP publicado en enero de 2018
el joven Nayib goza de un índice de aceptación presidencial del 60%.
Fuente: Instituto Universitario de Opinión Pública. IUDOP.
Estos
números le permiten tener un capital político suficiente para aspirar con
grandes posibilidades la presidencia y llegar en primera vuelta a ser el primer
ciudadano, es decir, el mandatario más joven de la historia
nacional. Sin embargo, los sondeos de opinión no le garantizan el triunfo
inmediato y menos hasta el otro año.
Por otro
lado la papeleta de diputados que tengamos en la mano a la hora de emitir el voto recoge
para bien rostros nuevos, los partidos minoritarios (GANA, PDC, PSD) reflejan muchas
candidaturas jóvenes y frescas.
El partido PCN por desgracia aun lleva de candidato a Francisco
Merino el diputado célebre por disparar a una policía durante una de sus
borracheras, y para no enfrentar la ley se escudó (como cobarde que es) en el fuero que gozan
los diputados de la república.
Los candidatos
a diputados no partidarios, aun contra viento y marea, en condiciones desfavorable
y adversas lograron inscribir cuatro participantes por el departamento de San
Salvador, pudiendo correr como equipo, es decir, sus votos podrán servir de
consiente para el más votado entre ellos (si alguno no logra los 26 mil
necesarios para un curul), en otras palabras en conjunto los cuatro candidatos
gozarán del mismo favor que los partidos políticos aprovechando los votos de
residuo.
En conclusión
podemos decir que el voto nulo aumentará. ¿Cuánto? Es una incógnita; dependerá de Nayib Bukele y cuanta gente esté persuadida
de su figura como promesa política, sin duda, será un termómetro de su voto
duro inicial.
La apatía política
nunca fue tan presente en la opinión pública, y al igual que muchos países los “outsiders” abren sus posibilidades a
ganar elecciones en forma real. La técnica Trumpiana
de vociferar contra lo establecido (que es malo y corrupto) parece funcionarle
hasta la fecha al joven alcalde, aun falta ver si ese discurso no se agota, convirtiéndose
antes de tiempo en otro político más.
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