Monseñor, Roque y el Mago (reseña)
Hay tres personajes que marcan nuestra
salvadoreñidad, por ellos somos conocidos en el mundo. Uno es la voz de los
sin voz, el otro un pobrecito poeta y el tercero patentó “la culebrita macheteada”.
El Beato Monseñor Arnulfo Romero, el escritor Roque Dalton y
el futbolista Jorge “el Mágico” González, son íconos de este paisito que es
conocido como El Salvador; lugar de contrastes, de alegrías y tristezas, de riqueza
y pobreza, de excelsos paisajes pero también de escenas dantescas.
El cura Romero pronto será canonizado, las obras de Roque
son obligatorias en las universidades del mundo donde estudian literatura
universal, y por su parte el “Mago” es miembro del selecto “Salón de la Fama
del Fútbol” mundial. Los tres tienen como común denominador su humildad,
entrega y pasión a la causa, su alto nivel de humanismo.
Por desgracia los dos primeros fueron asesinados en circunstancias
aun no esclarecidas, y en el peor caso, el de Roque sin conocer dónde están sus
restos. Casos típicos de la justicia salvadoreña.
Los tres a su manera nos dejan un alto legado de
espiritualidad, lucha épica, alegría y esperanza; a la vez, tristezas, decepciones, la imperfección humana y la crueldad de un mundo que no los supo comprender en su momento.
Sin duda este trío marca nuestra cultura, dejándonos un mensaje intangible a través del carácter
de cada uno de ellos, que hasta de más decir que son parte de la realidad e identidad
salvadoreña.
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