24/5/13

Heridas de guerra


Heridas de guerra

Era la primera vez que se entrelazaban las manos, madre e hijo, David Kupstas fue raptado hace 28 años con engaños por un abogado, luego con el tiempo este resultó involucrado en una red de tráfico de niños durante el conflicto de la guerra civil en la década de los 80.

En este periodo conflictivo de la historia salvadoreña, así como otros países que cruzan crisis sociales, las circunstancias se prestan para casos insólitos de irrespeto a la dignidad humana. Fue así que existieron redes de contrabando de niños que robaban a infantes y luego con engaños y documentación fraudulenta los vendían a parejas o familias que deseaban adoptarlos.

David supo de la existencia de su madre (María Rosa Flores) y también que ella tenía deseos de reencontrarse con él desde el año 2005 pero tardó estos años en asimilar la idea probablemente porque las condiciones de su adopción fueron anómalas por lo tanto llena de datos errados hacia la familia adoptiva, ya que en muchos casos los certificados de adopción por parte de los padres biológicos sí existían pero eran firmas y documentos falsos.

Maria Rosa me cuenta que en 1984 acababa de desaparecer su esposo en el contexto de la guerra civil y mientras ella había salido a una actividad religiosa llegó un abogado y con intimidaciones engaño a su madre, la abuela materna de David, le advirtió que el ejercito ya había detectado la localización de la familia y procederían a matarlos a todos, entonces en una decisión apresurada salomónica e ingenua ella les dio al niño de un año de edad.

David actualmente tiene 29 años y es ciudadano norteamericano, vive en Pensilvania y tiene un negocio de camiones exitoso, “durante estos último años tenía miedo de conocer a mi mamá”, nos decía mientras estaba tomado de la mano de su madre biológica María Rosa Flores, salvadoreña originaria de Zaragoza, en el departamento de La Libertad.

El equipo psicológico de Pro Búsqueda nos dice que el miedo de David es fundado a partir de las falsas creencias con los que los traficantes engañaban a las personas que adoptaban a los niños haciéndoles creer que estos los obtenían en adopción y eran dados por sus padres y familiares inescrupulosos que cedían y vendían a los recién nacidos.

Pro búsqueda es una organización no lucrativa que se ha dedicado a reencontrar a familiares separados en el contexto de la guerra civil, han resuelto y unido a más de 230 familias a lo largo de casi dos décadas de trabajo investigativo y psicológico.

David es ahora padre de un niño y una niña y está casado con una norteamericana quienes permanecieron a su lado en todo momento mientras ocurría el emotivo reencuentro de él y María Rosa su madre biológica.

Finalmente después de todo el revoloteo de la prensa nos quedamos la familia y por supuesto Ulises Rodríguez y su servidor los dos fotógrafos que entendemos que la luz de una imagen va mas allá de un buen “clic”. Además había pollo de almuerzo y nos invitaron, es de mala educación rechazar un plato de comida en la campiña salvadoreña.

Mientras manejaba rumbo a San Salvador, me preguntaba ¿Cuántas secuelas tienen los conflictos y las guerras en el corazón de las sociedades?, ¿Cuántos David Kupstas y María Rosa hay dispersos en todo el mundo que no pueden cerrar parte importante de sus existencias por mentiras y engaños de las mafias?
texto y foto: Max Herrador.